Una aceptación puede ser condicional, expresa o implícita.
Aceptación condicional Una aceptación condicional, a veces llamada aceptación cualificada, ocurre cuando una persona a la que se le ha hecho una oferta le dice al oferente que está dispuesta a estar de acuerdo con la oferta siempre que se hagan algunos cambios en sus términos o que ocurra alguna condición o evento. Este tipo de aceptación funciona como una contraoferta. Una contraoferta debe ser aceptada por el oferente original antes de que pueda establecerse un contrato entre las partes.
Otro tipo de aceptación condicional se produce cuando un librado se compromete a pagar una letra de cambio si se cumple una condición, como que un envío de mercancías llegue a su destino en la fecha especificada en el contrato.
Aceptación expresa Una aceptación expresa se produce cuando una persona está clara y explícitamente de acuerdo con una oferta o se compromete a pagar una letra de cambio que se presenta para el pago.
Aceptación implícita Una aceptación implícita es aquella que no se declara directamente pero que se demuestra por cualquier acto que indique el asentimiento de una persona a la negociación propuesta. Una aceptación implícita se produce cuando un comprador selecciona un artículo en un supermercado y paga al cajero por él. La conducta del comprador indica que ha aceptado la oferta del propietario del supermercado de vender el artículo por el precio indicado en él.