Mantenimiento
Muchas especies y cultivares de agave tienden a crecer «cachorros». Se trata de pequeñas plantas nuevas que crecen a partir de la planta «madre» y están unidas bajo tierra. Las crías suelen estar directamente en la base de la planta madre, pero también pueden crecer a cierta distancia, dependiendo de la especie de agave. Estas crías pueden retirarse con una pala en cualquier momento para preservar el aspecto de la planta madre y evitar la superpoblación. Las crías a menudo se pueden plantar en otro lugar del jardín, o enraizarlas en macetas para plantarlas más tarde o para regalarlas a otra persona.
Los agaves son «monocárpicos», lo que significa que después de años de crecimiento, sólo florecen una vez, y luego la planta principal muere. A menudo las crías permanecen, proporcionando nuevas plantas para replantar en el mismo lugar si se desea. El tiempo que transcurre desde que se planta un agave hasta que florece varía y está relacionado con múltiples factores, entre los que se incluyen las condiciones de cultivo y la especie de la planta.
Con el tiempo, algunas de las hojas inferiores de los agaves mueren de forma natural y se secan a medida que crecen nuevas hojas. Esto es normal, y las hojas secas pueden arrancarse con cuidado o cortarse con una pequeña sierra afilada o una hoja dentada. Tenga cuidado de no quitar demasiadas hojas, o podría perder la hermosa forma natural del agave y terminar con algo que se parece más a una piña!
El factor más importante para mantener los agaves como una planta de bajo mantenimiento es entender qué tamaño tendrán los agaves maduros de cada especie y cultivares (enumerados anteriormente), y prever ese espacio de crecimiento en los planes de plantación. A menudo la gente planta agaves que en su madurez serán demasiado grandes para el espacio en el que se colocan, pero se ven bien cuando están recién plantados y son jóvenes. Si no tienen suficiente espacio para crecer, muchos agaves se convierten en un peligro cerca de los caminos y las aceras cuando sus espinas llegan a los lugares por los que camina la gente. Esto hace que haya que recortarlos regularmente, creando una planta fea que deja de ser de bajo mantenimiento y es peligrosa. Haga las cosas bien: plante en el lugar adecuado y con espacio suficiente y disfrute de una hermosa planta de bajo mantenimiento.