Ansiedad vs. Ansiedad

Ansiedad: sustantivo

  1. sensación de preocupación, nerviosismo o inquietud, normalmente por un acontecimiento inminente o por algo de resultado incierto.

Ansioso: adjetivo

  1. que experimenta preocupación, inquietud o nerviosismo, normalmente por un acontecimiento inminente o por algo de resultado incierto.

Me parecen interesantes las definiciones de estas dos palabras. Ambas son muy, muy similares en su significado y también en la palabra raíz. Sin embargo, para alguien que sufre de Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG), hay una gran diferencia entre estas dos palabras.

Algo que un amable amigo me señaló a principios de este año fue que una de las razones por las que la gente no puede entender a los que tienen ansiedad es porque su percepción de la misma es que sólo estás ansioso. Es cierto que experimento preocupación, pero no siempre es por un acontecimiento inminente o un resultado incierto. A veces, por suerte, sólo me siento preocupado porque los latidos de mi corazón están acelerados y siento que hay algo pesado en mi pecho.

https://www.union.kyschools.us/apps/pages/index.jsp?uREC_ID=488417&type=d&pREC_ID=1124900

Al reflexionar sobre esta sutil diferencia de significado, recuerdo que en el Día Mundial de la Salud Mental seguimos lidiando con los estigmas que rodean a las enfermedades mentales. Los que sufrimos problemas de salud mental entendemos el dolor, el sufrimiento y la ansiedad que todos padecemos. Pero para nuestros amigos, familiares y extraños que no pueden ver físicamente nuestro dolor y sufrimiento tenemos que lidiar con la realidad de su confusión entre palabras como ansiedad y angustia.

Una es una sensación la otra es más complicada. La ansiedad es el interminable pensamiento que se te mete en la cabeza tanto antes como después del ataque de pánico: ¿por qué no puedo ser «normal» como los demás? La ansiedad es ese momento en el que te das cuenta de que lo que está ocurriendo es un ataque de pánico y buscas ese pensamiento o esa goma elástica que se ajusta a tu muñeca para sujetarte a la realidad.

Recordemos esta diferencia. Esforcémonos por romper los estigmas. Por encima de todo, sigamos siendo abiertos sobre esto porque es real, está sucediendo, y está bien no estar bien.

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