Resumen e introducción
Propósito: Se revisan los beneficios clínicos, los efectos adversos, la farmacocinética y las recomendaciones para el uso adecuado de los antagonistas de la aldosterona espironolactona y eplerenona en pacientes con insuficiencia cardíaca.
Resumen: La insuficiencia cardíaca es un síndrome clínico caracterizado por la incapacidad funcional del ventrículo para satisfacer las demandas metabólicas del organismo. La hipoperfusión renal se produce como consecuencia de la reducción del gasto cardíaco, lo que provoca la activación del sistema renina-angiotensina-aldosterona, que compensa la hipoperfusión. Sin embargo, esto contribuye a la patología de la enfermedad, entre otras acciones, aumentando la liberación de aldosterona. Se ha demostrado que la aldosterona provoca inflamación coronaria, hipertrofia cardíaca, fibrosis miocárdica, arritmias ventriculares y lesiones isquémicas y necróticas. Actualmente hay dos antagonistas de la aldosterona disponibles comercialmente en Estados Unidos, la espironolactona y la eplerenona. La espironolactona es un antagonista no selectivo de la aldosterona, y la eplerenona es selectiva para el receptor de la aldosterona. Aunque numerosos ensayos clínicos han evaluado la eficacia de cada fármaco, ningún estudio ha comparado directamente la espironolactona y la eplerenona. Se ha demostrado que ambos mejoran la morbilidad y la mortalidad en pacientes con insuficiencia cardíaca avanzada. Los efectos adversos tanto de la espironolactona como de la eplerenona incluyen una hipercalemia potencialmente mortal, que puede ser inducida por la insuficiencia renal, la diabetes mellitus, la insuficiencia cardíaca avanzada, la edad avanzada y el tratamiento farmacológico concurrente.
Conclusión: La espironolactona y la eplerenona son agentes que salvan la vida de los pacientes con insuficiencia cardíaca avanzada y pueden beneficiar a los pacientes con insuficiencia cardíaca leve. El potasio y la función renal deben evaluarse de forma rutinaria para minimizar el riesgo de hipercalemia potencialmente mortal.
La insuficiencia cardíaca es una enfermedad compleja que afecta a unos 5 millones de estadounidenses, con 550.000 nuevos casos diagnosticados anualmente. Aunque las estrategias de tratamiento han mejorado las tasas de morbilidad y mortalidad en los últimos 20 años, la tasa de mortalidad a 5 años es de aproximadamente el 50%. El tratamiento farmacológico es un componente importante en el tratamiento de la insuficiencia cardíaca y puede incluir inhibidores de la enzima de conversión de la angiotensina (IECA), bloqueadores de los receptores de la angiotensina II (BRA), β-bloqueantes, digoxina, diuréticos y antagonistas de la aldosterona. La hidralazina y los nitratos siguen utilizándose en algunos pacientes con insuficiencia cardíaca.
El Randomized Aldactone Evaluation Study (RALES) y el más recientemente publicado Eplerenone Post-Acute Myocardial Infarction Heart Failure Efficacy and Survival Study (EPHESUS) han establecido que los antagonistas de la aldosterona son complementos que salvan vidas en el tratamiento de la insuficiencia cardíaca. Sin embargo, se plantearon problemas de seguridad después de que una reciente evaluación retrospectiva de la espironolactona en la población canadiense descubriera un aumento significativo de la tasa de hiperpotasemia entre los pacientes con insuficiencia cardíaca que recibían antagonistas de la aldosterona.
Esta revisión discute el papel de los antagonistas de la aldosterona en el tratamiento de la insuficiencia cardíaca, incluyendo una visión general del papel de la aldosterona en la patología de la insuficiencia cardíaca, los beneficios de cada antagonista de la aldosterona y los eventos adversos asociados con cada agente.