Antal Dorati

Entre la generación que había huido del nazismo y emigrado a América, Antal Dorati fue uno de los últimos directores de orquesta que seguían ocupando un puesto de director musical a mediados de la década de 1970. Los otros dos eran Eugene Ormandy y William Steinberg.

Dorati a finales de los años 40

Dorati e Istomin siempre habían mantenido una estrecha relación. Se conocieron en Dallas, donde Dorati fue nombrado director musical de la Sinfónica de Dallas en 1945. Más tarde, Dorati invitó a Istomin en numerosas ocasiones a Minneapolis, donde sucedió a Mitropoulos en 1949, y después a Washington, donde estuvo al frente de la Sinfónica Nacional desde 1970. Su amistad surgió de la difícil situación que compartieron en abril de 1975. Mstislav Rostropovich acababa de ser expulsado de la URSS y los Estados Unidos de América le recibieron con los brazos abiertos. Rostropovich fue propuesto para suceder a Dorati, a pesar de que a éste se le había prometido la renovación de su contrato. Dorati se enteró por los medios de comunicación de lo que ocurría justo cuando iba a dirigir una serie de conciertos con Istomin como solista del Cuarto Concierto de Beethoven. Su cálida amistad ayudó a Dorati a superar su profundo enfado, y a comprometerse muy pronto en nuevos proyectos.

Sus interpretaciones del Cuarto Concierto de Beethoven fueron muy emotivas, en un ambiente eléctrico. Unos días más tarde, Dorati escribió a Istomin: «¡Qué amable fuiste en ese momento tan difícil de mi vida y qué amigo de verdad te mostraste!» Algunos años antes, Dorati había encontrado las palabras adecuadas para consolar a Istomin. En noviembre de 1971, tenían previsto tocar el Concierto de Schumann cuando el padre de Istomin se estaba muriendo.

Antal Dorati dans les années 60

Antal Dorati circa 1970

Rostropovich no fue en absoluto responsable de este desagradable escenario e Istomin contribuyó a reunir a los dos músicos. Slava invitó a Dorati a dirigir de nuevo la Sinfónica Nacional y Dorati aceptó.

La obra que más veces interpretaron juntos Istomin y Dorati -más de diez veces- fue el Segundo Concierto de Brahms, en particular con las tres orquestas de las que Dorati llegó a ser director titular: la Sinfónica de Detroit, la Real Filarmónica y la Filarmónica de Estocolmo. Ambos compartían en Brahms la misma voluntad de combinar el ímpetu romántico, la claridad de la arquitectura clásica y el contrapunto.

Patinaje de Kodály, por Dorati

Dorati era uno de los pocos músicos con los que Istomin podía disfrutar hablando de temas distintos a la música. Sus discusiones sobre arte (Dorati era un respetado dibujante y pintor) y especialmente sobre filosofía (los pensamientos de Dorati se publicaron después de su muerte con el título Por la paz interior y exterior) eran extremadamente ricas y apasionadas. Los dos hombres permanecieron muy unidos hasta la enfermedad de Dorati y su posterior muerte en noviembre de 1988. Istomin quedó profundamente conmovido por su última visita a la casa de Dorati, cerca de Berna, que tuvo lugar varias semanas antes.

Deja un comentario