El estudio multidisciplinar noruego ANTI ha diseñado Ventizolve, un producto portátil de naloxona para uso de emergencia que puede revertir temporalmente los efectos de una sobredosis letal de opioides para dar tiempo a recibir atención médica.
En el interior del estuche amorfo de color azul marino hay dos dosis de naloxona, que es un medicamento de emergencia que puede revertir temporalmente los efectos de una sobredosis de opioides, como la heroína, la metadona, el opio, la codeína o la morfina, en menos de tres minutos.
Aunque el medicamento puede salvar la vida de alguien en caso de sobredosis letal, sólo revierte los efectos durante unos 20 a 40 minutos. Después, el medicamento desaparece y la persona vuelve a sufrir una sobredosis si no recibe atención médica.
Hay dos tipos de kits de naloxona: prenoxad, que se presenta en forma de jeringa precargada, y nyxoid, que se presenta en forma de aerosol nasal.
Fabricado por la empresa noruega de medicina de la adicción Dne Pharma, el producto Ventizolve de ANTI se presenta en forma de aerosol nasal para mayor seguridad y facilidad de uso para los usuarios no médicos.
El kit ha sido diseñado para su transporte y uso por parte de médicos y no médicos, y cada spray contiene 1,26 microgramos de naloxona.
ANTI quería crear un producto que pudiera llevarse fácilmente «con comodidad y sin estigma» en caso de emergencia, y que no pareciera un producto farmacéutico típico.
«Los productos existentes en el mercado siguen el diseño estándar de envases y productos médicos; siguiendo las normativas sin la siempre importante empatía del diseño centrado en el ser humano», explican desde el estudio.
«A menudo aterrizan en soluciones poco empáticas, indiferentes al usuario final, sin tener en cuenta el contexto personal, social y medioambiental, productos que pueden acarrear un estigma social y que no apoyan el uso «en el momento» no médico en una emergencia.»
El color verde azulado brillante destaca en diferentes entornos, haciendo que el producto sea identificable y fácil de encontrar en caso de emergencia.
ANTI se ha centrado en que el kit sea compacto y fácil de abrir, además de sencillo de manejar, lo cual es esencial en una situación de vida o muerte.
La carcasa curvada es lo suficientemente pequeña como para sostenerla cómodamente en la mano. Una banda elástica se ajusta alrededor de la carcasa para garantizar que no pueda abrirse accidentalmente.
Cuando es necesario, esta banda se retira y la carcasa se separa, dividiéndose por la mitad para revelar un spray nasal en cada lado.
Según explicó el equipo de diseño, la función de liberación rápida de la banda elástica funciona de forma similar al pasador de un extintor o a la barrera de «romper el cristal» frente a una alarma.
«El diseño es una palabra que con demasiada frecuencia pertenece a los más ricos y sanos de la sociedad», añadió el estratega creativo de ANTI Tom Morgan. «Una realidad irónica en lo que el diseño es realmente para; la mejora de la experiencia humana.»
«Nuestra ambición desde el principio fue no comprometer los valores de diseño de Ventizolve; el buen diseño es un derecho universal», continuó.
«No hay mayor responsabilidad de comunicación, y por lo tanto desafío, entonces en el punto de resucitar una vida. Pero este proyecto se centra en mucho más que ese momento. La desafortunada realidad es que hay muchas barreras para salvar una vida que empiezan muy lejos de la propia sobredosis.»
Se estima que 585.000 personas murieron como resultado del consumo de drogas en 2017, siendo los opioides la mayoría de las muertes relacionadas con las drogas, según el estudio.
Agregó que el uso de opioides es un problema prevalente en los Estados Unidos, por ejemplo, donde entre el 21% y el 29% de los pacientes a los que se les prescriben opioides para el dolor crónico terminan abusando de la droga, y aproximadamente el 5% termina pasando a la heroína.
Según Morgan, la fórmula de Ventizolve contiene un volumen menor de naloxona que otras para evitar futuras sobredosis.
«El riesgo de una dosis elevada de naloxona en caso de sobredosis puede provocar una abstinencia inmediata con resultados dolorosos para un adicto a los opioides», explicó.
«El riesgo resultante de una sobredosis posterior es, por tanto, mayor, y puede suponer de hecho una barrera para que los adictos a los opioides lleven consigo la naloxona», añadió.
El kit Ventizolve se ha lanzado en la región nórdica y en toda Europa. Otros diseñadores que pretenden prevenir las muertes por opioides son un grupo de investigadores de la Universidad de Purdue, que han desarrollado un dispositivo portátil que puede detectar una sobredosis de opioides y desencadenar la liberación de un antídoto.
El dispositivo consta de un sensor similar a una pegatina en el pecho para medir el ritmo cardíaco del usuario, y un generador de campo magnético atado al brazo, así como una cápsula de un medicamento antídoto.
El dispositivo está diseñado para estabilizar al usuario en 10 segundos, dando a quienes sufren una sobredosis solos o quedan incapacitados el tiempo suficiente para recibir atención médica.
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