El basiliximab (Simulect), un anticuerpo monoclonal quimérico (humano/murino), está indicado para la prevención del rechazo agudo de órganos en receptores de trasplantes renales adultos y pediátricos en combinación con otros agentes inmunosupresores. Basiliximab redujo significativamente el rechazo agudo en comparación con el placebo en receptores de trasplantes renales que recibían inmunoterapia dual (microemulsión de ciclosporina y corticosteroides) o triple (basada en azatioprina o micofenolato de mofetilo); las tasas de supervivencia del injerto y del paciente a los 12 meses fueron similares. Un número significativamente mayor de receptores de basiliximab que de placebo estaban libres del criterio de valoración combinado de muerte, pérdida del injerto o rechazo agudo 3 años, pero no 5 años, después del trasplante. La incidencia de acontecimientos adversos fue similar en los receptores de basiliximab y de placebo, sin que aumentara la incidencia de infecciones, incluida la infección por citomegalovirus (CMV). Las neoplasias o los trastornos linfoproliferativos postrasplante tras el tratamiento con basiliximab fueron poco frecuentes, con una incidencia similar a la observada con placebo a los 12 meses o a los 5 años del trasplante. Se han notificado raros casos de reacciones de hipersensibilidad al basiliximab. La eficacia del basiliximab fue similar a la de la globulina antitimocítica equina (ATG) y el daclizumab, y similar o mayor que la del muromonab CD3. El basiliximab fue tan eficaz como la globulina antitimocítica de conejo (RATG) en pacientes con un riesgo relativamente bajo de rechazo agudo, pero menos eficaz en pacientes de alto riesgo. El número de pacientes que recibieron basiliximab que experimentaron acontecimientos adversos considerados relacionados con el fármaco del estudio fue inferior al de los receptores de ATG o RATG. La incidencia de infecciones, incluida la infección por CMV, fue similar con basiliximab y ATG o RATG. El basiliximab más la inmunosupresión de base no dio lugar a diferencias significativas en las tasas de rechazo agudo en comparación con la inmunosupresión de base con o sin ATG o globulina antilinfocítica en los análisis retrospectivos realizados para un pequeño número de pacientes pediátricos. Los limitados datos de receptores de trasplantes renales pediátricos sugieren un perfil de tolerabilidad similar al de los adultos. Basiliximab parece permitir la retirada de los corticosteroides o el uso de regímenes sin corticosteroides o con inhibidores de la calcineurina en receptores de trasplantes renales. Basiliximab no aumentó los costes globales de la terapia en los estudios farmacoeconómicos.
Conclusión: Basiliximab reduce el rechazo agudo sin aumentar la incidencia de acontecimientos adversos, incluyendo la infección y la malignidad, en los receptores de trasplante renal cuando se combina con la inmunoterapia dual o triple estándar. La incidencia global de muerte, pérdida del injerto o rechazo agudo se redujo significativamente a los 3 años; no hubo diferencias significativas para este criterio de valoración 5 años después del trasplante. La malignidad no aumentó a los 5 años. La eficacia global, la tolerabilidad, la facilidad de administración y la rentabilidad de basiliximab lo convierten en una opción atractiva para la profilaxis del rechazo agudo del trasplante renal.