Beverly Sills, nombre original Belle Miriam Silverman, (nacida el 25 de mayo de 1929, en Brooklyn, Nueva York, EE.UU.-fallecida el 2 de julio de 2007, en la ciudad de Nueva York), soprano de ópera estadounidense que ganó fama internacional muchos años antes de su debut en la Metropolitan Opera a los 46 años. Tras retirarse de su carrera como cantante, se convirtió en una notable defensora de las artes y recaudadora de fondos.
Sills fue destinada tempranamente por su madre a una carrera en las artes escénicas. A los cuatro años, como «Bubbles» Silverman, apareció por primera vez en Uncle Bob’s Rainbow House, un programa de radio de los sábados por la mañana, y se convirtió en una habitual. A los 10 años ganó un premio en The Original Amateur Hour de Major Bowes, realizó un par de cortometrajes cinematográficos y se convirtió en una habitual de Major Bowes Capitol Family Hour y, más tarde, de la radionovela Our Gal Sunday, en la que interpretaba a una «nightingirl de las montañas». A los 12 años se retiró para completar su educación en escuelas públicas y en la Professional Children’s School de Nueva York, de la que se graduó en 1945. Ese mismo año realizó una gira con una compañía de ópera de Gilbert y Sullivan y en 1947 debutó en la ópera con la Philadelphia Civic Opera. Pasó varios años viajando con compañías de ópera en gira y haciendo apariciones como invitada en varios centros de ópera de Estados Unidos. En 1955 entró a formar parte de la compañía de la Ópera de Nueva York y debutó como Rosalinde en Die Fledermaus.
Sills se casó con Peter B. Greenough en 1956. Las difíciles circunstancias de sus hijos -uno nacido sordo y el otro con una grave discapacidad mental y autismo- obligaron a Sills a abandonar los escenarios en 1961. Regresó en 1963 para cantar en Don Giovanni, El rapto en el serrallo e Il Trittico. Su interpretación de Cleopatra en la producción de 1966 de la compañía de la Ópera de Nueva York de Giulio Cesare, de George Frideric Handel, digna de mención por sus evidentes logros vocales y la sutileza de su capacidad interpretativa, la llevó a la fama internacional como intérprete del repertorio florido y la convirtió en una celebridad.
Sills hizo entonces varias apariciones en teatros de ópera europeos, como La Scala de Milán (1969) y el Covent Garden de Londres (1973). Su debut en la Ópera Metropolitana, como Pamira en El asedio de Corinto, de Gioachino Rossini, en 1975, fue un éxito fenomenal. Escribió autobiografías: Bubbles: A Self-Portrait (1976) y Beverly (1987). De 1979 a 1989 fue directora de la Ópera de Nueva York, consolidando el legado de Julius Rudel y mejorando su situación financiera y administrativa. De 1994 a 2002 fue presidenta del consejo de administración del Lincoln Center de Nueva York, y de 2003 a 2005 fue presidenta del consejo de administración de la Metropolitan Opera.