La putrefacción de bits, también llamada «putrefacción de formato», es la imposibilidad de acceder a los datos digitales porque el formato del archivo es obsoleto y ya no existen aplicaciones compatibles para leerlo. Se espera que los archivos digitales guardados duren indefinidamente y que no se puedan recuperar hasta años después. La información guardada en soportes extraíbles obsoletos es problemática. Las unidades de cinta magnética no están disponibles para todos los innumerables formatos del pasado. Además, los ordenadores ya no vienen con unidades de disquete. Sin embargo, a partir de 2020, existen unidades de disquete económicas que pueden conectarse a un PC a través del puerto USB.
La solución a la putrefacción de los archivos digitales
Una forma de evitar la putrefacción de los bits de archivo es estar al tanto de los cambios de formato. Cada vez que se actualiza un formato de archivo, la aplicación que los lee también se actualiza. Dentro de unos años, los usuarios deben abrir los documentos importantes y guardarlos en el nuevo formato. Por ejemplo, el formato original de archivo .DOC creado por Microsoft Word en los años 80 se convirtió en un formato heredado después de que el nuevo formato .DOCX debutara en 2007. Dado que existen miles de millones de archivos .DOC en el mundo, Microsoft ha seguido dando soporte al antiguo formato en todas las versiones posteriores de Word, al menos por ahora. Sin embargo, es posible que los productos menos conocidos no ofrezcan un soporte tan extenso. Afortunadamente, los cambios de formato importantes no se producen con frecuencia. Véase la podredumbre de los datos y la podredumbre del software.