Este post fue publicado originalmente en Princesas rechazadas
Este mes, nos entusiasma presentar la historia de Amanirenas, una de las más famosas kandakes kushitas, reinas del antiguo reino africano de Kush (lo que hoy es el país de Sudán) y su valiente lucha contra los ejércitos de Roma para defender los límites de la tierra de su pueblo.
A diferencia de muchas civilizaciones, en el reino de Kush gobernaban a menudo las mujeres. Las mujeres en general desempeñaban un papel importante en la sociedad kushita. Una de las razones por las que las mujeres eran tenidas en tan alta estima puede haber sido porque muchos kushitas eran seguidores de la diosa Isis. Las reinas kushitas tenían más poder que las gobernantes de otras sociedades de la época (60 a.C. a 10 a.C.). Eran reinas guerreras, lo cual era muy diferente del papel principalmente ceremonial que desempeñaban las reinas en la mayoría de las demás naciones.
Amanirenas, conocida por su papel de líder de los ejércitos kushitas contra los romanos en una guerra, era una feroz reina guerrera. Llevó a su reino a la batalla contra los romanos y se ganó el respeto como gobernante kushita. La «Kandake tuerta» dirigió un ejército de 30.000 hombres y luchó ferozmente contra Roma desde la ciudad egipcia de Asuán. La valiente reina guerrera es recordada por su combate leal, codo con codo, con sus propios soldados. Amanirenas y su hijo, Akinidad, tomaron las ciudades de Syrene, Philae y Elefantina, retirando las estatuas romanas de sus emplazamientos como muestra de sus victorias.
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