Si es posible tener una cuenta bancaria anónima depende de la definición de anónimo. Es posible tener cuentas privadas en las que los detalles se mantienen en secreto, aunque pueden ser revelados bajo peticiones legalmente obligatorias. En Estados Unidos, no es posible tener una cuenta literalmente anónima, ya que la ley exige que las instituciones financieras conozcan la identidad de los titulares de las cuentas.
En el pasado, en algunos países, como Suiza y Austria, existía una cuenta bancaria verdaderamente anónima. Estas cuentas podían abrirse sin necesidad de identificarse y el titular recibía simplemente una libreta y una palabra clave. Estas eran necesarias para todas las transacciones, por lo que sólo se podía acceder a la cuenta en persona.
Debido a la configuración, las leyes bancarias locales sostenían que cualquiera que tuviera la libreta y conociera la palabra clave era considerado el titular legal de la cuenta. Naturalmente, esto aumentaba los riesgos de seguridad asociados a estas cuentas. En particular, significaba que si el titular de una cuenta fallecía y no dejaba los detalles de su palabra clave, los herederos no podrían acceder a los fondos de la cuenta.
La gestión de una cuenta bancaria anónima es difícil, si no imposible, en el siglo XXI. Esto se debe en gran medida al Grupo de Acción Financiera Internacional, un organismo intergubernamental que intenta combatir el blanqueo de dinero. Este grupo ha establecido un principio legal generalizado según el cual los bancos deben conocer la identidad de los titulares de las cuentas.
Estados Unidos cuenta con este requisito legal desde que se aprobó la Ley de Secreto Bancario en 1970. La Ley USA PATRIOT de 2001 exige que los bancos comprueben la identidad de los titulares de las cuentas con una lista de personas que se sabe o se sospecha que están implicadas en actividades terroristas o tienen vínculos con ellas.
Lo más parecido a una cuenta bancaria anónima en la actualidad es la creación de una empresa en el extranjero. Esta empresa puede entonces abrir una cuenta bancaria en el país extranjero, añadiendo una capa adicional de secreto entre la cuenta y el verdadero titular. Este método puede ser extremadamente caro y puede estar limitado por las leyes locales del país donde la empresa y la cuenta tienen su sede.
Hay varias organizaciones, que operan principalmente en línea, que afirman poder ofrecer una cuenta bancaria verdaderamente anónima. En el mejor de los casos, suelen ser arriesgadas y, en el peor, una estafa. El método más común es que la organización cree una cuenta en un banco y luego dé a su cliente los números de código y las contraseñas para acceder a ella en línea. Esto es extremadamente peligroso, ya que significa que, aunque el cliente tenga acceso, no es el titular legal de la cuenta. Esto significa que, en cualquier momento, la organización podría retirar legítimamente todo el dinero de la cuenta y cerrarla.