Independientemente de si es la temporada de sandalias o no, la piel seca y crujiente en la planta de los pies puede ser irritante y embarazosa. Caminar con los pies descalzos, o la fricción con las plantillas de los zapatos, pueden contribuir a la aparición de callos y piel seca y costrosa, pero no hay razón para vivir con ello. Aunque existen productos comerciales para el cuidado de los pies, puedes utilizar remedios naturales para eliminar la piel seca y mantener tus pies suaves y lisos.
Llena un baño de pies con 2 cuartos de agua tibia. Añade 1 taza de leche.
Mezcla los pies en el baño de leche durante 10 a 20 minutos para suavizar la piel seca y costrosa y añadir humedad natural.
Humedece una piedra pómez con agua. Levantar un pie del baño de leche. Frota suavemente la piedra pómez hacia adelante y hacia atrás sobre las zonas de piel seca y los callos para desgastarlos. Repite este paso en el otro pie.
Enjuaga tus pies con agua tibia. Secar con palmaditas para eliminar la humedad de la superficie.
Masajear 1 cucharada de aceite de oliva en cada pie, concentrándose en las zonas donde exista piel seca y con costras. Frota suavemente tus manos sobre la piel para asegurarte de que todo el pie está hidratado.
Usa calcetines de algodón mientras el aceite de oliva es absorbido por la piel. Si lo haces por la noche, puedes dejarte los calcetines puestos mientras duermes.
Consejo
Sustituye el aceite de oliva por otros aceites naturales, como el de coco o el de jojoba. En ausencia de una piedra pómez, utiliza 1 cucharada de sal gruesa o azúcar moreno con 1 cucharada de aceite. Frote la mezcla exfoliante sobre los pies durante cinco minutos para eliminar las células muertas y la piel seca.