Al considerar las posibilidades de construir un tejado de hormigón para protegerse de los vientos de tormenta, es casi imposible no pensar en «Los tres cerditos». El clásico cuento de hadas narra la historia de tres propietarios porcinos y sus intentos de atrincherarse contra un malvado lobo que resulta poseer unos pulmones huracanados. El lobo no tarda en derribar las casas construidas con paja y madera, pero es incapaz de derribar la casa de ladrillo.
Un número cada vez mayor de constructores ha seguido el ejemplo del tercer cerdo utilizando mayores cantidades de hormigón en la construcción de viviendas. La madera puede resistir el paso del tiempo en condiciones normales, pero puede fallar fácilmente si se somete a cargas adicionales o a las fuerzas de levantamiento de los vientos fuertes, generados por los lobos o por otros motivos.
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Un tejado de hormigón es exactamente lo que parece: una losa sólida de hormigón que cubre la parte superior de su casa. Las especificaciones exactas varían, pero la mayoría de los techos de hormigón tienen varios centímetros de espesor. Por ejemplo, la empresa Hurricane Proof Systems, con sede en Florida, ofrece una losa de hormigón de 7 pulgadas (18 centímetros) en tres capas.
Para instalar un tejado de este tipo, un equipo construye primero un marco para el tejado previsto. Estos marcos pueden ser encofrados de hormigón desmontables o encofrados de hormigón aislante que permanecen en el lugar, que simplemente se convierten en parte del techo terminado. A continuación se vierte una mezcla de hormigón, que se extiende a través del marco y se refuerza con barras de acero, que sirven como una especie de esqueleto para el hormigón curado. Aunque los tejados planos son los más fáciles de crear con hormigón, también es posible realizar complejos tejados inclinados. Estas opciones permiten que los tejados de hormigón se adapten prácticamente a cualquier estilo de vivienda, aunque los tejados inclinados requieren mucha más ingeniería y diseño. Los contratistas pueden cubrir el tejado con cualquier tipo de acabado, tejas o tablillas para ayudar a darle el aspecto deseado.
Por supuesto, un tejado de hormigón requiere más apoyo que un típico tejado de madera. El hormigón pesa mucho, y las paredes exteriores tienen que ser capaces de soportar la gigantesca losa. Las vigas de apoyo interiores pueden ayudar, pero la construcción funciona mejor cuando las paredes, el suelo y el techo de hormigón forman una cáscara sólida. Por esta razón, añadir un tejado de hormigón a una casa con estructura de madera requiere un gran ajuste estructural. Si un tejado de hormigón no está bien soportado, puede derrumbarse, sobre todo si está sometido a tensiones adicionales, como terremotos o acumulación de nieve. Una estructura sólida de hormigón se mueve menos bajo tensión y puede soportar vientos huracanados de categoría 5 de más de 155 millas por hora (249 kilómetros por hora).
Un tejado de hormigón también reduce el riesgo de daños por fuego, termitas, hongos y daños por agua. Esto hace que la propia estructura sea mucho más salvable en el peor de los casos. En muchas zonas, la construcción de techos de hormigón también permite a las estructuras eludir ciertos códigos de construcción y también puede reducir las primas de los seguros.
El precio final de un techo de hormigón residencial es bastante alto – a menudo dos o cuatro veces más de lo que costaría un techo de madera tradicional. Esto no quiere decir que no se pueda construir un tejado de hormigón a bajo coste. Los tejados de hormigón, menos estéticos, son comunes en las islas del Caribe, propensas a los huracanes, y en algunas partes del mundo en desarrollo. Estas estructuras suelen consistir en pequeñas casas de bloques de hormigón rematadas con filas de vigas y bloques de acero que se cubren con una capa de hormigón.
Por supuesto, hay más de una manera de aplicar la protección de hormigón a su techo. En la siguiente página, veremos las tejas de hormigón.