Independientemente de cuánto medite, haga ejercicio, vaya a terapia o tome otras medidas preventivas para proteger su salud mental, la ansiedad puede interrumpir su vida en los momentos más inoportunos. Hay que admitir que no hay un momento adecuado para que la ansiedad te afecte, pero algunas interrupciones son más inoportunas que otras, como cuando te estás preparando para una entrevista de trabajo o para una primera cita. En esos momentos, es probable que experimentes los síntomas clásicos de la ansiedad: falta de aire, pensamientos preocupantes y aumento del ritmo cardíaco. También es posible que te cueste concentrarte y te sientas completamente desmotivado, lo que dificulta la realización de las tareas más sencillas. Lo siguiente que sabes es que estás considerando cancelar todo en tu calendario y quedarte en casa bajo las sábanas. Todos hemos pasado por eso.
Además de seguir un tratamiento regular (sea lo que sea que eso signifique para ti), es bueno tener algunas herramientas sencillas a las que puedas acceder cuando tu ansiedad parezca paralizarte. Ya sea escribiendo en un diario o dando un largo paseo por el parque, estas prácticas poco complicadas pueden ayudarte a recuperar un nivel normal de funcionamiento, a pesar de los pensamientos preocupantes que pasan por tu cabeza.
Aquí tienes seis formas sencillas de motivarte cuando la ansiedad te golpea con fuerza.
Pon tu lista de reproducción más inspiradora y tranquilizadora
La ciencia ha descubierto que la música puede calmar el cuerpo y tranquilizar tu mente. En un estudio, se descubrió que los pacientes de un hospital experimentaban menos estrés antes y después de la cirugía cuando escuchaban algunas melodías. La música tiene el poder de aliviar los síntomas depresivos, mejorar el estado de ánimo y reducir la ansiedad general. Así que si estás atrapado en un bache mental, pon tu lista de reproducción favorita y piérdete en tus auriculares. Esto también te dará la oportunidad de hacer una pausa por un segundo, dejando que todos los factores estresantes de tu vida se desvanezcan temporalmente. Para que sea aún más eficaz, elige unas cuantas canciones tranquilizadoras que puedas escuchar justo antes de quedarte dormido.
Ofrécete a ti mismo algunas afirmaciones
Puede sonar dolorosamente cursi al principio, pero no subestimes el poder de inspirarte verbalmente. A veces, cuando te sientes deprimido y fuera de combate, no puedes esperar que otras personas te levanten, tienes que hacerlo por ti mismo con un poco de autoconversación positiva, una técnica de positividad conocida por ser una estrategia útil para hacer frente a la ansiedad que elimina los patrones de pensamiento negativos y mejora tu autoestima.
Elige algunas frases que te reconforten cuando las escuches, como «Estás seguro exactamente donde estás» o «Puedes hacerlo, sin importar lo que digan los demás». No te preocupes por lo cursis que suenen en voz alta. Lo que más importa es que te tranquilicen y te hagan sentir un poco más impulsado de lo que estabas hace cinco segundos. Ve a un lugar tranquilo y repite estas frases para ti mismo, o incluso puedes mirarte en el espejo mientras las pronuncias.
Completa una serie de tareas pequeñas y fáciles
La ansiedad te engaña haciéndote creer que tienes demasiadas cosas en tu plato y que no serás capaz de hacerlas todas antes de que tu vida natural llegue a su fin. Ahora es el momento de demostrar que tu ansiedad está equivocada. Anote algunas cosas que necesite tachar de su lista de tareas, pero seleccione sólo las más sencillas que no requieran ninguna interacción humana, como lavar la ropa o encargar el regalo de cumpleaños de su amigo por Internet.
Una vez que complete estas tareas insignificantes y las tache físicamente de su lista, sentirá un impulso instantáneo de gratificación y probablemente experimentará una disminución de los niveles de estrés. Puede que incluso confíes más en tu capacidad para hacer otras cosas más desafiantes.
Apaga todos tus aparatos electrónicos durante unos minutos& Sal a la calle
La Sociedad Británica de Psicología llevó a cabo una investigación que demostró que puedes reducir inmediatamente el estrés apagando tu teléfono. Al parecer, lo que más ansiedad nos provoca es lo mucho que revisamos nuestras cuentas en las redes sociales. La preocupación constante por lo que hacen los demás te pasa factura, así que cuando estás nadando en una piscina de ansiedad, no deberías obsesionarte con lo que hicieron tus amigos el fin de semana pasado. Además, esa campana de notificaciones que suena constantemente en tu teléfono podría estar aumentando los niveles de la hormona del estrés en tu cuerpo llamada cortisol.
Tómate un momento para ti, y aléjate del teléfono y del portátil. Salga a dar un paseo al aire libre y tome el sol. Toma un café con un compañero de trabajo. Haz algo que te saque del mundo virtual durante un rato.
Escribe lo que te gustaría conseguir
Es posible que en tu cabeza ya sepas lo que tienes que hacer, pero anotarlo todo en un papel podría ayudarte a ordenarlo todo de forma sana y organizada. Llevar un diario es una práctica muy eficaz para reducir la ansiedad, y puedes utilizar esta técnica para filtrar tus emociones y gestionar tu productividad. Escribe todas las tareas que te gustaría hacer hoy, y luego escribe una lista separada de lo que tienes que hacer para el final de la semana. Sé tan detallado como quieras, porque cuanto más saques de tu cerebro, mejor.
En 2011, la Universidad de Chicago descubrió que los estudiantes que escribían sobre sus preocupaciones veían una mejora en sus resultados de los exámenes. Resulta que escribir regularmente un diario puede mejorar tu rendimiento en la escuela o el trabajo. No tienes que hacerlo de ninguna manera específica para que sea efectivo; simplemente coge tu bolígrafo y un poco de papel, y garabatea tu camino hacia la motivación.
Ponte en contacto con un amigo alentador
Estar solo no es siempre la mejor idea cuando tu ansiedad se apodera de ti. Considera la posibilidad de acudir a un amigo de confianza que no te juzgue ni sea condescendiente cuando le hables con franqueza del estrés que padeces. Tener un oído atento a tu lado puede disminuir significativamente el parloteo ansioso que pasa por tu cabeza. Tu amigo te hará reír, te recordará lo magnífico que eres y te dará el ánimo que necesitas para superar el resto del día. El apoyo emocional podría incluso ayudar a minimizar los efectos secundarios físicos de la ansiedad, como la falta de aliento y el temblor de manos. Cuando te separes de tu amigo, es casi seguro que te sentirás renovado.
Imágenes: Fotolia; Giphy