Q1. Mi optometrista me ha dicho que tengo un depósito de calcio en el ojo derecho. ¿Qué es esto y qué puedo hacer al respecto?
Los depósitos de calcio pueden ser el resultado de varias condiciones del ojo. Dependiendo de su ubicación, pueden afectar a la función del ojo, o pueden ser simplemente un hallazgo asintomático durante un examen ocular rutinario. Dos localizaciones comunes de los depósitos de calcio en el ojo son la córnea y el cuerpo vítreo. Los depósitos de calcio en la córnea, que es la capa más superficial y transparente del ojo, pueden ser leves, estacionarios y periféricos (a un lado), en cuyo caso no afectan a la visión (por ejemplo, la faja limbal de Vogt). En algunos casos, sin embargo, se agrandan progresivamente y comprometen la transparencia corneal central, afectando así a la visión (por ejemplo, queratopatía en banda). En este último caso, el oftalmólogo puede utilizar una solución especial para reducir las opacidades blancas y mejorar la visión.
En una afección llamada hialosis asteroide, se encuentran depósitos de calcio en el cuerpo vítreo, el gel que rellena el ojo. Estos pequeños depósitos que flotan en el gel vítreo resultan llamativos para el médico que los examina porque suelen reflejarse intensamente contra la luz del instrumento utilizado para ver la parte interna del ojo. Estos puntos blancos rara vez causan problemas visuales; normalmente no se ven en el curso de las actividades diarias. A veces los pacientes pueden referirse a «moscas volantes» en el ojo afectado, lo que significa que pueden ver realmente algunos de los depósitos moviéndose en el campo visual, especialmente en entornos claros, como un cielo azul en un día soleado. Aun así, en la mayoría de los casos, estos depósitos no causan ningún síntoma.
Q2. Llevo lentes de contacto permeables al gas y tengo acumulación de mucosidad bajo los párpados. ¿Cómo puedo eliminar la mucosidad? Ya he probado gotas para los ojos y gotas para la alergia.
La mucosidad asociada al uso de lentes de contacto rígidas permeables al gas puede tener muchas causas. Una de ellas es la acumulación a lo largo del tiempo de depósitos en las propias lentes. Si las lentes de contacto son antiguas (más de un año de uso continuado), puede ser una buena idea sustituirlas por otras nuevas. A menudo, determinados pacientes son especialmente propensos a la formación de depósitos en las lentes de contacto y deben ser evaluados cada tres o seis meses para determinar si es necesario cambiar las lentes con mayor frecuencia. Otro problema puede ser la solución limpiadora, que puede provocar reacciones en ojos sensibles. Si este es el caso, puede ser útil cambiar la solución limpiadora. Algunos pacientes desarrollan alergias a uno o más ingredientes de las soluciones de limpieza (por ejemplo, el timerosal), y esto puede inducir una condición permanente de acumulación de mucosidad y ojos rojos. Una forma fácil de superar este problema es utilizar limpiadores sin timerosal. En tu caso, lo mejor sería averiguar la causa del aumento de la producción de mucosidad en lugar de «bloquear» la reacción normal con medicamentos (gotas para la alergia y colirios). Así que prueba a cambiar la solución o a comprar nuevas lentillas. Si ninguno de los dos enfoques funciona, acuda a su oftalmólogo para que le ayude a encontrar una solución.
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