Grupo 1Editar
Se ha demostrado que las moléculas CD1 del grupo 1 presentan antígenos lipídicos extraños, y específicamente una serie de componentes de la pared celular de las micobacterias, a las células T específicas de CD1.
Grupo 2Editar
Los antígenos naturales del grupo 2 CD1 no están bien caracterizados, pero un glicolípido sintético, la alfa-galactosilceramida, aislado originalmente de un compuesto encontrado en una esponja marina, tiene una fuerte actividad biológica.
Las moléculas del grupo 2 CD1 activan un grupo de células T, conocidas como células T asesinas naturales debido a su expresión de marcadores de superficie NK como el CD161. Las células T asesinas naturales (NKT) son activadas por antígenos presentados por CD1d, y producen rápidamente citoquinas Th1 y Th2, representadas típicamente por la producción de interferón-gamma e IL-4.
El ligando del grupo 2 (CD1d) alfa-galactosilceramida se encuentra actualmente en ensayos clínicos de fase I para el tratamiento de cánceres no hematológicos avanzados.
Relevancia diagnósticaEditar
Los antígenos CD1 se expresan en los timocitos corticales, pero no en las células T maduras. Esto suele ser cierto en las células neoplásicas de estas poblaciones, por lo que la presencia de antígenos CD1 puede utilizarse en la inmunohistoquímica diagnóstica para identificar algunos timomas y neoplasias que surgen de precursores de células T. El CD1a, en particular, es un marcador específico de las células de Langerhans, por lo que también puede utilizarse en el diagnóstico de la histiocitosis de células de Langerhans. Otras enfermedades que pueden mostrar positividad de CD1 son la leucemia mieloide y algunos linfomas de células B.