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– Debe sospecharse de asma en pacientes con síntomas respiratorios episódicos (sibilancias, opresión torácica, falta de aire y/o tos) de frecuencia, gravedad y duración variables, que perturban el sueño y hacen que el paciente se siente para respirar. Estos síntomas pueden aparecer durante o después del ejercicio.

– La auscultación del tórax puede ser normal o demostrar sibilancias difusas.

– Los trastornos atópicos o los antecedentes personales o familiares de atopia (eczema, rinitis/conjuntivitis alérgica) o los antecedentes familiares de asma aumentan la probabilidad de asma, pero su ausencia no excluye el asma.

Los pacientes con síntomas típicos de asma y una historia de enfermedad característica del asma deben considerarse asmáticos tras la exclusión de otros diagnósticos.

La evaluación de la frecuencia de los síntomas diurnos y nocturnos y de las limitaciones de la actividad física determina si el asma es intermitente o persistente.

Tratamiento

Sólo los pacientes con asma persistente necesitan tratamiento a largo plazo. El pilar del tratamiento son los corticoides inhalados. El tratamiento se inicia en el escalón más adecuado a la gravedad inicial y luego, se reevalúa y ajusta según la respuesta clínica. Su objetivo es abolir los síntomas con la menor dosis posible de corticoides inhalados. Una exacerbación grave o una pérdida de control en el transcurso de la misma requiere una nueva evaluación para reevaluar el tratamiento.

El tratamiento a largo plazo no significa un tratamiento de por vida. Las crisis de asma pueden producirse a lo largo de meses o años, con intervalos asintomáticos intermedios en los que no se requiere un tratamiento a largo plazo.

Tratamiento a largo plazo del asmatratamiento a largo plazo del asma según la gravedad

Categorías

Tratamiento

Asma intermitente

  • Síntomas diurnos < una vez por semana
  • Síntomas nocturnos síntomas < 2 veces al mes
  • Actividad física normal

Sin tratamiento a largo plazo
Salbutamol inhalado cuando es sintomático

Asma persistente leve

  • Síntomas diurnos >una vez a la semana, pero < una vez al día
  • Síntomas nocturnos > 2 veces al mes
  • Los síntomas pueden afectar a la actividad

Tratamiento continuo con beclometasona inhalada
+
Salbutamol inhalado cuando es sintomático

Asma persistente moderada

  • Síntomas diarios
  • Síntomas que afectan a la actividad
  • Síntomas nocturnos> una vez a la semana
  • Diariamente uso de salbutamol

Tratamiento continuo con beclometasona inhalada
+
Salbutamol inhalado (1 calada 4 veces al día)

Asma persistente grave

  • Síntomas diarios
  • Síntomas nocturnos frecuentes
  • Actividad física limitada por los síntomas

Tratamiento continuo con beclometasona inhalada
+
Salbutamol inhalado (1-2 puff/s 4 a 6 veces al día)

Tratamiento con corticoides inhalados: La dosis de beclometasona varía según la gravedad del asma. Encontrar la dosis mínima necesaria tanto para controlar los síntomas como para evitar los efectos adversos locales y sistémicos:
Niños: 50 a 100 microgramos 2 veces al día dependiendo de la gravedad; aumentar a 200 microgramos 2 veces al día si es necesario (máximo 800 microgramos diarios)
Adultos: 100 a 250 microgramos 2 veces al día dependiendo de la gravedad; aumentar a 500 microgramos 2 veces al día si es necesario (máx. 1500 microgramos diarios)
El número de inhalaciones de beclometasona depende de su concentración en el aerosol inhalado: 50, 100 o 250 microgramos por inhalación.

No restringir el ejercicio. Si el ejercicio es un factor desencadenante de las crisis de asma, administrar 1 ó 2 inhalaciones de salbutamol 10 minutos antes.

En las mujeres embarazadas, el asma mal controlada aumenta el riesgo de preeclampsia, eclampsia, hemorragia, retraso del crecimiento intrauterino, parto prematuro, hipoxia neonatal y mortalidad perinatal. El tratamiento a largo plazo sigue siendo el salbutamol inhalado y la beclometasona a la dosis habitual para adultos. Siempre que sea posible, evitar los corticosteroides orales.

Si los síntomas no están bien controlados durante un período de al menos 3 meses, comprobar la técnica de inhalación y la adherencia antes de cambiar a un tratamiento más fuerte.

Si los síntomas están bien controlados durante un período de al menos 3 meses (el paciente está asintomático o el asma se ha convertido en intermitente): intentar una reducción gradual de la medicación, interrumpiendo finalmente el tratamiento, si parece posible. Proporcionar a los pacientes un inhalador de salbutamol para cualquier posible ataque. Evaluar después de 2 semanas. Si los resultados son satisfactorios, continuar durante 3 meses y volver a evaluar. Si el paciente ha vuelto a desarrollar asma crónica, reiniciar el tratamiento a largo plazo, ajustando las dosis, según sea necesario.

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