Este es el marcador de la segunda tumba de Clara L. Maass,
Fairmount Cemetery, Newark, NJ.
Clara Louise Maass nació el 28 de junio de 1876 en East Orange, Nueva Jersey, la mayor de nueve hijos. Ingresó en la Escuela de Formación de Enfermeras Christina Trefz en el Hospital Alemán de Newark y completó el programa de dos años en 1895 a la edad de diecinueve años.
Después de trabajar como enfermera privada y luego como enfermera jefe en ese hospital, se ofreció como enfermera contratada para el Ejército durante la Guerra Española. Sirvió en Jacksonville, Florida, Savannah, Georgia y Santiago, Cuba. Como muchas otras enfermeras contratadas, atendió a un gran número de soldados con malaria, fiebre tifoidea y disentería hasta que fue dada de baja en febrero de 1899. En noviembre de 1899 volvió a responder a una convocatoria de enfermeras contratadas. Fue enviada a las Filipinas para atender a los soldados con viruela, fiebre tifoidea y fiebre amarilla.
Durante la Guerra Hispanoamericana habían muerto más soldados de fiebre amarilla que de batalla. Se estaban realizando esfuerzos para determinar la causa de la fiebre amarilla, y en el otoño de 1900, el Dr. William Gorgas, oficial sanitario de La Habana, envió una convocatoria para enfermeras voluntarias. Conociendo de primera mano la devastación causada por la fiebre amarilla, la Srta. Maass se ofreció de nuevo para servir en octubre de 1900. Además, se ofreció como voluntaria al ser picada por un mosquito y en junio de 1901 contrajo una forma muy leve de la enfermedad, de la que se recuperó rápidamente. Los médicos no creyeron que pudiera quedar inmunizada por un ataque tan leve y aceptó ser picada de nuevo el 14 de agosto. Este segundo caso fue virulento y murió el 24 de agosto de 1901 a la edad de veinticinco años. No se llevaron a cabo más experimentos.
Inicialmente, la señorita Maass fue enterrada en La Habana, pero el ejército estadounidense trasladó su cuerpo al cementerio de Fairmount en Newark, donde la tumba fue marcada con una sencilla lápida del ejército similar a la que aparece a continuación.
La historia de la señorita Maass estaría enterrada en la oscuridad si no fuera por los esfuerzos de Leopoldine Guinther, una superintendente del Hospital Newark Memorial (anteriormente alemán). Fue la señorita Guinther, estimulada por un retrato de la señorita Maass, quien sacó a la luz su sacrificio. La lápida de granito rosa con la placa de bronce (en la foto de la parte superior de la página) se erigió para reemplazar el marcador de piedra simple, y en 1952 el Hospital Alemán de Newark fue rebautizado como el Hospital Memorial Clara Maass, que desde entonces se ha trasladado a Belleville, NJ. En agosto de 1951, Cuba emitió un sello postal en honor a la Srta. Maass en el quincuagésimo aniversario de su muerte. En 1976, en el centenario de su nacimiento, el Servicio Postal de los Estados Unidos emitió un sello conmemorativo en honor a la señorita Maass.
Fuentes:
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