Una película horrible e incoherente. Los productores codiciosos se apoyan en los mejores actores de la región, y descuidan por completo los aspectos más importantes de una película (por ejemplo, una historia cautivadora, personajes interesantes y diversos, un proceso lógico de los acontecimientos, etc.). En todo caso, al compositor de la música deberían quitarle la licencia y enviarlo a Bollywood. La abismal y grotesca aglomeración de trompas generadas por ordenador, ritmos de clave genéricos, aburridos ostinatos de cuerda y una selección de efectos de sonido obstinadamente anclada en los años 80. La cantidad de clichés y de crujidos en esta película es abrumadora, hasta el punto de que quería desaparecer por el cuello de la camisa. Los actores famosos no significan nada cuando los guionistas no tienen ni idea de lo que están haciendo. La parte trágica es que, al ser una secuela de una película mucho mejor, es probable que a esta película le vaya igual de bien, si no mejor, que a sus competidoras de temporada, lo que permitirá a los productores llorar en más fajos gruesos de billetes de 1000 dólares mientras se desplazan por la sección de críticas. EVITAR a toda costa