Conciencia y relatividad: anekāntavāda y su papel en la epistemología jaina

ABSTRACT

Entre las numerosas tradiciones intelectuales autóctonas del sur de Asia, la tradición jaina o jainista se distingue por una serie de aspectos importantes. Una de ellas es su visión de la conciencia como algo inherente a todos los seres vivos. Según la tradición jainista, no sólo todos los seres vivos poseen conciencia, sino que además esta conciencia es, en cada ser, potencialmente infinita. De hecho, el objetivo soteriológico último del camino jainista, como práctica espiritual, implica el logro de una conciencia única y absoluta (kevala jñāna) en la que el practicante realiza un estado de omnisciencia literal. La consecución de este estado se considera, en la tradición jainista, un logro extremadamente difícil que requiere muchas vidas de rigurosa práctica ascética. Para los seres que no han alcanzado este estado -la inmensa mayoría de los seres del cosmos- la conciencia se realiza sólo de una manera relativa que depende de la cantidad y el tipo de karma al que está sujeto un ser determinado. El karma es visto en la tradición jainista como un tipo de materia que se adhiere a un ser vivo, o jīva, y oscurece el infinito potencial inherente a ese ser, dando lugar así a la gran variedad de organismos que existen en el mundo. Esta comprensión jainista de la conciencia da lugar a un conjunto de doctrinas -las doctrinas jainistas de la relatividad- que se encuentran entre las contribuciones más importantes de la tradición jainista a la filosofía del mundo. Estas doctrinas -anekāntavāda, nayavāda y syādvāda- tienen profundas implicaciones para los discursos del diálogo interreligioso y el pluralismo religioso. Los intelectuales jainistas de la época moderna han comenzado a explorar estas implicaciones, al igual que autores ajenos a la tradición jainista que simpatizan con su enfoque de la verdad. Se trata de un enfoque que afirma la relatividad de las perspectivas, pero que evita un relativismo escéptico que negaría la posibilidad de captar la verdad en absoluto.

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