Cresol (C7H8O), cualquiera de los tres metilfenoles con la misma fórmula molecular pero que tienen estructuras diferentes: orto (o-) cresol, meta (m-) cresol y para (p-) cresol.
Los cresoles se obtienen a partir del alquitrán de hulla o del petróleo, normalmente como una mezcla de los tres estereoisómeros (moléculas con el mismo número y tipo de átomos pero con disposiciones de átomos únicas). Esta mezcla también se denomina tricresol o ácido cresílico. Los tres isómeros son muy tóxicos, y en altas concentraciones pueden ser absorbidos en cantidades fatales a través de la piel. Los cresoles son fuertes germicidas, y en bajas concentraciones son eficaces desinfectantes y antisépticos. También se utilizan en bajas concentraciones en los dips para ovejas (desinfectantes que suelen contener insecticidas y pesticidas). Los cresoles son componentes importantes de la creosota, un conservante de la madera producido como subproducto de la destilación del alquitrán de hulla. Los cresoles confieren a la creosota sus propiedades antibacterianas e insecticidas, así como su toxicidad y su capacidad para irritar la piel desnuda.
Como derivados del fenol, los cresoles pueden utilizarse en resinas de fenol-formaldehído. El m-Cresol también se utiliza en la fabricación de reveladores fotográficos y explosivos. El p-Cresol puede convertirse en hidroxitolueno butilado (BHT), un importante antioxidante en los alimentos.