¿Cuáles son las causas de la aspermia?

La aspermia es el raro caso de la falta total de semen durante la eyaculación y se asocia a problemas de fertilidad. Los hombres que tienen este orden pueden llegar al orgasmo pero no se libera ningún líquido. Esta condición es tratable según el tipo y la causa subyacente.

Causas de la aspermia

El proceso de dos pasos para eyacular el semen requiere que éste se cargue en la uretra prostática y que se selle el cuello de la vejiga. Este último paso implica la expulsión del fluido en sentido anterógrado o hacia delante, que se produce por las contracciones del músculo pélvico.

Eyaculación retrógrada

La causa principal de la aspermia es la eyaculación retrógrada. La eyaculación retrógrada es una situación en la que el semen es expulsado hacia la vejiga en lugar de pasar por la uretra y ser expulsado por el pene. Esto puede ser causado por el uso de drogas, diabetes o enfermedad.

Bloqueos en el camino del semen

La condición también puede ser causada debido a bloqueos en el camino del semen. La presencia de crecimientos o bloqueos en el conducto eyaculatorio puede dar lugar a la aspermia también. En algunos casos, la causa puede atribuirse a factores psicológicos o psicosomáticos cuando se produce debido a la imposibilidad de alcanzar la eyaculación por el orgasmo.

Deficiencia de andrógenos

La aspermia también puede ser causada por una deficiencia de andrógenos. Esto ocurre cuando la glándula prostática y las vesículas seminales de un individuo permanecen pequeñas como resultado de la ausencia de pubertad. En este caso concreto, las glándulas no producen líquido seminal y deben ser tratadas.

Opciones de tratamiento para la aspermia

La aspermia es tratable en la mayoría de los casos e implica medicación o un cambio en el estilo de vida. Si estas medidas no parecen dar resultados suficientes, puede ser necesaria la recuperación quirúrgica de esperma en caso de eyaculación retrógrada.
Algunas de las opciones de tratamiento para la infertilidad masculina debida a la aspermia incluyen la electroeyaculación, el masaje prostático o la reconstrucción del cuello de la vejiga. El tratamiento elegido depende de la naturaleza del problema y del diagnóstico.

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