Si está observando y esperando que su bebé empiece a gatear, lo primero que debe recordar es que no existe una edad perfecta o precisa en la que los bebés deban empezar a gatear. Como todos los hitos del desarrollo, se trata de un proceso que contiene multitud de puntos de referencia y muchos matices. Lo fundamental es recordar que la evolución de un pequeño ser humano es también la aparición de un individuo. Entonces, ¿cuándo gatean los bebés? La respuesta sencilla es: Cuando están preparados.
Los bebés suelen empezar a gatear entre los 7 y los 10 meses de edad, aunque algunos optan por desplazarse con el trasero, rodar de un sitio a otro o incluso caminar como un cangrejo en lugar de empezar a gatear desde el principio. Algunos niños pequeños no aprenden a gatear. Mientras el niño se esfuerce por ir del punto A al punto B a la edad de gatear, todo está bien. Los padres deben centrarse en animar a los niños a moverse, tanto si gatean como si no.
«El mero hecho de estar con ellos en el suelo les anima a gatear o desplazarse», dice la Dra. Aishwarya Deenadayalu, de Metropolitan Pediatrics en Portland (Oregón). «Dales la oportunidad de intentar llegar a las cosas. Puedes incitarles a llegar a las cosas que necesitan. No es nada del otro mundo. Simplemente tenerlos en el suelo es lo más importante.»
Cómo llegar a la edad de gatear
- Dar al bebé mucho tiempo boca abajo
- Una vez que el bebé está a cuatro patas, ancla tus manos detrás de sus pies y anima a que se balancee hacia delante y hacia atrás (básicamente usando tus manos como bloques de correr) para demostrar el impulso hacia delante
- Siéntate a unos metros de distancia y anima con entusiasmo al bebé a que se acerque a ti
- Coloca juguetes u otros objetos deseables en el otro lado de la habitación y anima al bebé a que se mueva hacia ellos
- Coloca juguetes u otros objetos divertidos en una cornisa corta, para que el bebé gatee hasta ellos y se suba
- Relájate: No hay prisa por gatear. Mientras el niño se esfuerce y utilice todas las extremidades, lo hará con el tiempo
Lo bueno de gatear es que es un proceso totalmente natural para los niños, que requiere poca orientación. Los niños se inclinan por aprender a moverse, así que los padres deben limitarse a pasar tiempo con ellos en el suelo y animarles a recorrer un par de metros para conseguir un abrazo o una recompensa. Sin embargo, los incentivos adicionales nunca están de más. Colocar juguetes u otros objetos al otro lado de la habitación también fomentará el movimiento, mientras que colocar objetos en estantes bajos permitirá al bebé practicar cómo levantarse.
Asegurarse de que los niños alcanzan un hito en el punto «correcto» de la línea de desarrollo es una gran preocupación para muchos padres, y eso también se aplica al gateo. Pero Deenadayalu dice que los padres no deberían preocuparse por los problemas de movimiento mientras el niño lo intente y utilice todas sus extremidades para moverse.
«Si no intentan llegar a ninguna parte, si sólo están colgados en el suelo a los 7 meses, me gustaría saberlo», dice Deenadayalu. «Cuando intentan gatear, si los padres observan que no utilizan uno de sus brazos o piernas y que no pueden soportar el peso, eso sería preocupante. No es que uno sea más fuerte que el otro, sino que hay uno que no funciona».
La incapacidad para sentarse erguido también puede ser una advertencia de que algo va mal, aunque Deenadayalu advierte que la falta de movilidad puede indicar cualquier cosa, desde problemas del sistema nervioso hasta un retraso en el desarrollo muscular, pasando por un niño que simplemente es un poco más lento. Cuando se trata de preocupaciones sobre el gateo, como con cualquier otra cosa, los padres deben mantener la calma y hablar con sus médicos en lugar de consultar los sitios web de los peores casos.