«Una de las esperanzas de este nuevo curso es ayudarnos a redescubrir la riqueza de la perspicacia y el conocimiento que estos antiguos médicos y practicantes tenían, y todavía tienen, para nosotros.» -El profesor de clásicas Andy Overman.
Cualquier persona que haya sido tratada por un quiropráctico o un acupuntor, haya practicado yoga o haya sido asesorada por una comadrona tiene una conexión personal con los métodos curativos tradicionales del mundo antiguo. Esa fue una de las primeras lecciones del curso Curación y medicina antiguas, impartido por el profesor de clásicas Andy Overman, catedrático distinguido de Humanidades y Bellas Artes Harry M. Drake.
El curso no tiene libro de texto. En su lugar, los estudiantes leen textos primarios, entre los que se incluye Aires, aguas y lugares, de Hipócrates, del siglo V a.C. El texto aconseja a los sanadores prestar atención al entorno, a los efectos de la naturaleza, al agua, a las estaciones, a la fuerza del sol, y a observar cuidadosamente los cambios en el paciente.
Pasando a la medicina tradicional china, la clase leyó selecciones de una enciclopedia médica china de 2.500 años de antigüedad conocida, en inglés, como The Yellow Emperor’s Canon of Internal Medicine.
«Una de las cosas que más me llamó la atención fue que las personas que vivían hace 2.000 años eran muy inteligentes y hacían observaciones críticas de un modo que nosotros no podemos hacer ahora», dice Carolyn Guddal, de 19 años, que estudia ciencias políticas en St. Louis Park (Minnesota).
Algunos elementos de la sabiduría médica de los antiguos me resultan familiares: la acupuntura, por ejemplo, y la conexión entre el cuerpo y la mente, ejemplificada en la práctica del yoga. La profesora de yoga y de filosofía Joy Laine ofreció a la clase una experiencia de primera mano de esta práctica ancestral.
Hubo dos trabajos de campo relacionados con practicantes contemporáneos de un arte médico o curativo antiguo. Guddal eligió entrevistar a la profesora de teatro y danza Jill Lile. Durante 20 años, Lile fue quiropráctica, acupuntora y directora del Centro Hipócrates para la Curación Holística. Otros estudiantes entrevistaron a un entrenador de vida, a una comadrona y a otros profesionales.
Por medio de un estudio de los cultos curativos helenísticos, los médicos romanos, la medicina de Oriente Medio y los curanderos de los nativos americanos, se puso de manifiesto la frecuencia con la que los primeros practicantes combinaban las prácticas tradicionales y populares de generaciones anteriores con los avances contemporáneos de la ciencia y la medicina.
A veces las prácticas coexistían en las comunidades. Por ejemplo, los templos de Isis ocupaban un lugar destacado en la vida cívica del mundo helenístico al mismo tiempo que los individuos confiaban en sus hogares en los amuletos, la lectura de las entrañas de los pájaros y la protección y sabiduría de los antepasados.
Durante más de dos décadas, Overman ha dirigido la excavación de un templo romano en Israel, lo que ha proporcionado a los estudiantes una extraordinaria experiencia de primera mano en arqueología. Gracias a sus años de trabajo en la región, conoce bien los artefactos que atestiguan las prácticas curativas del Mediterráneo.
«Una de las esperanzas de este nuevo curso es ayudarnos a redescubrir la riqueza de ideas y conocimientos que estos antiguos médicos y practicantes tenían, y siguen teniendo, para nosotros hoy», dice Overman. «Las antiguas escuelas griegas o romanas, las medicinas tradicionales chinas, el yoga o las prácticas de los nativos americanos tienen conocimientos sobre la salud, el bienestar, el equilibrio y la curación que podemos recuperar e integrar en las prácticas modernas y en las disciplinas personales».
La licenciada en clásicas e informática Rae Hohle ’17 (Bayview, Idaho) se dirige a la facultad de medicina, por lo que un curso sobre la medicina en la antigüedad parecía hecho a medida para ella. «He aprendido mucho a lo largo de este curso que sigue impresionándome, dice Hohle. «En Aires, aguas y lugares, el autor señala cómo beber agua estancada hace que la gente enferme y tenga vientres prominentes. Sin embargo, en aquella época no tenían ningún concepto de las bacterias ni de las células».
«Hemos pasado mucho tiempo hablando de cómo el ámbito médico antiguo está conectado con la medicina moderna», dice Hohle, «las prácticas médicas antiguas, la iconografía y los juramentos que se siguen utilizando hoy en día».