Davian consiguió un puesto en la lista americana de los 1000 mejores nombres de niño por primera vez en 2004 tras la aparición de Davin, Davon y Davion. Los cuatro nombres se utilizan principalmente en la comunidad afroamericana (aunque no exclusivamente). Davian nunca ha logrado ningún éxito más allá de un uso leve en todo el país, pero ha conseguido hacerse un hueco en la lista. Es un giro fresco al consagrado David. También tiene un sonido latino de la vieja escuela que recuerda a nombres como Julián, Adrián, Damián y Fabián. Sin embargo, nos sentimos obligados a mencionar que Davian es un nombre vinculado a un comportamiento psicológico un tanto… erre que erre… aberrante. «Comportamiento daviano» es sinónimo de necrofilia (copulación con un cadáver); fue un término acuñado en 1960 por un zoólogo que observó esta práctica entre las ardillas de tierra. El zoólogo (Dickerman) debía de tener sentido del humor, porque etiquetó la espeluznante conducta como «comportamiento daviano», en referencia a un obsceno limerick irlandés: «Había una vez un ermitaño llamado Dave / que guardaba una puta muerta en su cueva. / ‘Sé que es un pecado’, / Dijo con una sonrisa, / ‘¡Pero piensa en el dinero que me ahorro!'». Y no. No estamos bromeando. Nunca bromeamos sobre la necrofilia… o el «comportamiento Daviano».