Dieta para la espondilitis anquilosante

La espondilitis anquilosante es una forma inflamatoria de artritis espinal que afecta a la columna vertebral y a las grandes articulaciones. Esta afección médica provoca molestias, dolor e inflamación en la parte baja de la espalda y puede incluso hacer que los huesos de la columna se fusionen si no se controla. Si no se trata en el momento adecuado, puede producirse una pérdida de flexibilidad en la columna vertebral, una espalda encorvada y problemas de respiración. El diagnóstico precoz, el tipo correcto de dieta para la espondilitis anquilosante/ dieta para el tratamiento de la espondilitis anquilosante y el ejercicio físico pueden ayudar a frenar la enfermedad y evitar que se convierta en algo grave.

Causas de la espondilitis anquilosante

No se ha encontrado ninguna causa específica que provoque la espondilitis anquilosante. Sin embargo, hay ciertos factores de riesgo que están relacionados con la enfermedad. Los factores de riesgo son:

  1. El gen HLA-B27: Si alguien tiene antecedentes de espondilitis anquilosante en su familia junto con la presencia de la proteína HLA-B27 en sus genes, entonces el factor de riesgo es mayor. Un estudio de 2002 afirma que más del 90% de las personas a las que se les ha diagnosticado espondilitis anquilosante tienen la proteína HLA-B27 presente en su gen. Sin embargo, también se llegó a la conclusión de que podría haber otros genes implicados, ya que aunque el 8% de los estadounidenses tenían esta proteína en sus genes, sólo 1 de cada 20 personas llega a padecer espondilitis.
  2. Edad: La Spondylitis Association of America llegó a la conclusión, a partir de un estudio, de que más del 80% de las personas son diagnosticadas de espondilitis anquilosante antes de los 30 años, mientras que el 5% son diagnosticadas después de los 45 años.
  3. Sexo: Hasta hace poco se sabía que la espondilitis anquilosante afectaba a las mujeres tanto como a los hombres. Sin embargo, se sabe que las mujeres tienen síntomas menos graves. No obstante, los estudios sugieren que los hombres tienen un mayor riesgo de padecer esta enfermedad.
  4. Origen étnico: Según una investigación, se descubrió que había un mayor riesgo de espondilitis anquilosante en más del 95% de la población caucásica.
  5. Infecciones intestinales frecuentes: Las infecciones intestinales inflamatorias se han relacionado directamente con la espondilitis anquilosante durante algún tiempo en la historia de la medicina. Según las investigaciones, se sugirió que las infecciones bacterianas frecuentes dentro del sistema digestivo desencadenaban los genes responsables de causar la espondilitis anquilosante

Los síntomas de la espondilitis anquilosante, en algunos casos, si no se controlan, podrían empeorar con el tiempo, sin embargo, en otros, podría mejorar o curarse completamente. No obstante, con la dieta y el plan de tratamiento adecuados para la espondilitis anquilosante, los síntomas y las complicaciones pueden controlarse o reducirse.

Complicaciones

Cuando la espondilitis anquilosante se agrava, se forman nuevos huesos en el cuerpo del paciente como intento del organismo de curarlo. Como resultado, este hueso nuevo empieza a formar puentes entre las vértebras, fusionando así algunas secciones y causando rigidez o falta de flexibilidad en esas partes. Aparte de esto, existen otras complicaciones que pueden derivarse de la espondilitis anquilosante, que son las siguientes.

  • Inflamación ocular (uveítis): Esta es una de las complicaciones más comunes causadas debido a la espondilitis anquilosante que da lugar a dolor ocular de aparición rápida, visión borrosa y sensibilidad a la luz.
  • Problemas cardíacos: La espondilitis anquilosante también afecta a la aorta, la arteria más grande de nuestro cuerpo, haciendo que se inflame y se agrande hasta el punto de distorsionar la forma de la válvula aórtica del corazón, perjudicando así su función. Por lo tanto, en resumen, la espondilitis anquilosante provoca problemas cardíacos.
  • Fracturas por compresión: Durante las primeras etapas de la espondilitis anquilosante, algunos pacientes pueden experimentar el adelgazamiento de sus huesos. Dado que la espondilitis anquilosante afecta principalmente a la columna vertebral, supone un debilitamiento de las vértebras, lo que aumenta la gravedad de la postura encorvada de la persona. Las fracturas vertebrales pueden causar lesiones en la médula espinal, así como en los nervios que pasan por la columna vertebral.

La dieta para la espondilitis anquilosante

La dieta para la espondilitis anquilosante/ dieta para el tratamiento de la espondilitis anquilosante que se sugiere a los pacientes es similar al plan de dieta saludable que se recomienda para mantener un peso saludable, reducir la inflamación intestinal y mantener el corazón en forma. A continuación, se describen algunos de los alimentos que se deben comer y evitar para mantener la espondilitis anquilosante bajo control.

Alimentos que se deben comer

  1. Cereales integrales: Esta categoría de alimentos tiene un alto contenido en fibra y nutrientes que a su vez pueden ayudar a reducir la inflamación. Los alimentos de esta categoría son el arroz integral, la quinoa, la avena y el maíz, por nombrar algunos.
  2. Frutas y verduras de colores: Las frutas y verduras de colores se recomiendan como parte de una dieta para la espondilitis anquilosante debido a la presencia de un alto contenido de antioxidantes en ellos. Ayuda a proteger las células de los radicales libres y de las sustancias responsables de la inflamación intestinal.
  3. Ácidos grasos omega-3: Encontrados en el pescado de agua fría o en los suplementos de aceite de pescado, los ácidos grasos Omega-3 también ayudan a prevenir la inflamación, protegiendo así el corazón y la columna vertebral.
  4. Suplementos de calcio y vitamina D: Se sabe que la espondilitis anquilosante es responsable de limitar los movimientos de la médula espinal, lo que podría dar lugar a la osteoporosis. Por eso se aconseja a los pacientes que añadan suplementos de calcio o vitamina D a su dieta tras consultar al médico/nutricionista.

Alimentos que deben evitarse

  1. Alimentos ricos en grasa o colesterol: Según la Fundación para la Artritis, los alimentos con grasas saturadas, grasas trans y ácidos grasos Omega-6 deben evitarse por completo, ya que tienen un alto contenido en colesterol y se sabe que favorecen la inflamación, lo que provoca enfermedades cardíacas.
  2. Azúcar y alimentos con alto contenido en sodio: El azúcar y la sal junto con otros alimentos ricos en sodio deben evitarse ya que producen un tipo de célula inflamatoria que podría poner en riesgo su salud.
  3. Carnes rojas: Evitar por completo el consumo de carne roja puede ayudar a reducir los síntomas de la espondilitis anquilosante y, al mismo tiempo, mantener a raya la salud de su corazón y su estómago.
  4. Almidón: Los estudios para la espondilitis anquilosante sugieren que hay ciertos tipos de bacterias que desencadenan la condición médica. Se ha descubierto que el almidón agrava la situación porque el almidón alimenta esas bacterias.
  5. Alcohol: Se sabe que el consumo de alcohol afecta a la salud de los huesos y provoca osteoporosis. Por ello, la dieta para la espondilitis anquilosante sugiere a los pacientes que limiten o eviten por completo el consumo de alcohol.

En conclusión

Puede ser una experiencia desalentadora para cualquiera que sea diagnosticado de espondilitis anquilosante. Sin la ayuda y el asesoramiento de un profesional, un paciente podría sentirse confundido sobre el tratamiento y los cuidados que debe tener en ese momento. HCAH cuenta con un equipo de fisioterapeutas a domicilio certificados para ayudarle a lidiar con la condición médica y recibir consuelo en su viaje por la condición. Póngase en contacto con nosotros hoy mismo para obtener un diagnóstico completo, un tratamiento y sugerencias dietéticas que le ayuden a combatir la espondilitis anquilosante. Para hablar con un experto o reservar una visita a domicilio, llame al 1800-102-4224 (gratuito).

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