El dolor pélvico crónico es un trastorno común y significativo de las mujeres. Se estima que tiene una prevalencia del 3,8% en las mujeres. A menudo la etiología del dolor pélvico crónico no está clara, ya que hay muchos trastornos del tracto reproductivo, el sistema gastrointestinal, los órganos urológicos, el sistema musculoesquelético y el sistema psiconeurológico que pueden estar asociados al dolor pélvico crónico. La anamnesis y la exploración física son cruciales para evaluar a una mujer con dolor pélvico crónico y deben abordar todos los posibles sistemas potencialmente implicados en el dolor pélvico crónico, no sólo el sistema reproductor. Los estudios de laboratorio y de imagen deben utilizarse de forma selectiva, al igual que la laparoscopia. Se ha propuesto el mapeo del dolor laparoscópico consciente como forma de mejorar la información derivada de las evaluaciones laparoscópicas. El tratamiento del dolor pélvico crónico puede consistir en dos enfoques. Uno es tratar el dolor crónico en sí mismo como diagnóstico, y el otro es tratar las enfermedades o trastornos que podrían ser una causa o contribuir al dolor pélvico crónico. Estos dos enfoques no se excluyen mutuamente, y en muchos pacientes la terapia eficaz se consigue mejor utilizando ambos enfoques. En esta revisión se analiza el tratamiento del dolor crónico, así como el tratamiento de cuatro de los trastornos más comunes asociados al dolor pélvico crónico (endometriosis, adherencias, síndrome del intestino irritable y cistitis intersticial).