El lagarto caimán tiene una constitución similar a la de su primo el tegu, con un cuerpo grande y pesado y extremidades cortas pero poderosas. Su cabeza es voluminosa y a menudo de color rojo o naranja. Sus mandíbulas son muy musculosas para ayudar a comer su presa normal de caracoles, langostas y almejas de agua dulce. También tiene algunas adaptaciones que le ayudan en su hábitat acuático. Tiene una cola larga y aplanada lateralmente, similar a la de su homónimo, el yacaré. La larga cola ayuda al lagarto caimán a nadar y bucear con éxito. También tiene un tercer párpado transparente que se cree que actúa como un par de gafas bajo el agua.
La coloración del lagarto caimán del norte (Dracaena guianensis) es muy similar a la de un cocodrilo. Es típicamente un verde brillante con ligeras bandas de color verde oscuro. El lagarto caimán del Paraguay (Dracaena paraguayensis) suele ser mucho más apagado, con el cuerpo y la cabeza grises. Tienen escudos duros a lo largo de la parte dorsal de la espalda. Estos escudos le dan al lagarto caimán una apariencia de cocodrilo y le ayudan a protegerse de los depredadores. Estos lagartos pueden llegar a medir hasta 1,2 m y pesar hasta 4,5 kg.