- El pez espátula chino (Psephurus gladius) fue registrado por última vez por los investigadores en 2003. Los estudios locales posteriores no lograron detectar ningún individuo.
- Un nuevo estudio basado en un estudio exhaustivo a gran escala en 2017 y 2018 y un análisis estadístico de los registros anteriores sugieren que lo más probable es que la especie se extinguiera funcionalmente en 1993 y que se extinguiera por completo en 2010.
- Siempre existe la posibilidad de que los individuos de una especie declarada extinta aún sobrevivan en algún lugar, pero en el caso del pez espátula chino eso es muy poco probable, dicen los investigadores.
- Los factores que contribuyeron a la extinción del pez espátula, incluida la construcción de una presa que dividió su población, también amenazan a otras especies exclusivas de la cuenca del río Yangtze.
En 2003, investigadores de la Academia China de Ciencias Pesqueras capturaron, marcaron y liberaron una hembra de pez espátula chino (Psephurus gladius) que había sido capturada accidentalmente en el río Yangtze. En sólo 12 horas, se perdió toda la comunicación con la etiqueta del pez. Esa fue la última vez que los científicos vieron un pez espátula chino vivo.
El mismo equipo de investigadores, dirigido por Qiwei Wei, evaluó la especie como en peligro crítico (posiblemente extinta) para la Lista Roja de la UICN en 2009. Pero el pez espátula chino, que figura entre las especies de peces de agua dulce más grandes del mundo, con longitudes que alcanzan los 7 metros (23 pies), probablemente se extinguió antes de esa evaluación, concluye un nuevo estudio. De hecho, en 1993, la especie estaba probablemente extinguida desde el punto de vista funcional; es decir, era incapaz de reproducirse con éxito y su población era demasiado pequeña para ser significativa de alguna manera, han determinado ahora los investigadores.
El pez espátula chino es, o más bien era, una especie única. Era una de las dos únicas especies vivas de peces espátula, siendo la otra el pez espátula americano (Polyodon spathula), que forma parte de un antiguo grupo de peces que se sabe que existen desde el Jurásico inferior, hace 200 millones de años. También era la única especie del género Psephurus.
«Dado que el pez espátula chino era una de las dos especies existentes de peces espátula, la pérdida de una megafauna tan única y carismática, representativa de los ecosistemas de agua dulce, es una pérdida reprobable e irreparable», declaró a Mongabay Wei, profesor de la Academia China de Ciencias Pesqueras y coautor del estudio.
El pez espátula chino no siempre fue raro. Históricamente se presentaba a lo largo de muchos grandes ríos que desembocan en el Pacífico occidental, pero desde la década de 1950 se veía sobre todo en el río Yangtze, dicen los investigadores. También allí su número disminuyó drásticamente debido a la sobrepesca -se estima que las capturas fueron de unas 25 toneladas de peces espátula al año durante la década de 1970- y a la fragmentación de su hábitat fluvial. La construcción de la primera presa en el río Yangtze, la presa de Gezhouba, que bloqueó las rutas de la mayoría de los peces migratorios del río, incluido el pez espátula chino, supuso un gran revés. La presa dividió la población de peces en dos grupos aislados e impidió que los peces adultos se desplazaran río arriba para desovar y que los jóvenes nadaran hacia las zonas de alimentación río abajo.
China incluyó al pez espátula entre sus especies protegidas en 1989, lo que supuso que recibiera más atención que muchas otras especies del río Yangtze en peligro de extinción. El equipo de Wei empezó a realizar estudios más pequeños y localizados a partir de 2002, pero nunca se vio ningún pez espátula.
«A lo largo de los años se fueron acumulando pruebas de que la especie está extinguida, ya que no se observó durante tantos años», dijo a Mongabay el coautor Ivan Jarić, investigador del Centro de Biología de la Academia Checa de Ciencias. «Después de que se completara el último estudio en el Yangtze y no se observara ningún pez espátula chino, la carga de la prueba sobre su extinción se hizo muy grande, y nos dimos cuenta de que la existencia continuada de la especie necesita ser examinada cuidadosamente.»
La única manera de hacerlo era lanzar un estudio a gran escala en toda la cuenca del río Yangtze. Así que en 2017 y 2018, Wei y sus colegas colaboraron con Jarić y otros investigadores de la Academia Checa de Ciencias y la Universidad de Kent (Reino Unido) para investigar el estado del pez espátula chino mediante el muestreo del brazo principal del Yangtsé, sus importantes afluentes y dos grandes lagos, Dongting y Poyang.
Al final de los estudios, los investigadores habían identificado 332 especies de peces. Los equipos de investigación también analizaron la literatura disponible relacionada con el pez espátula chino en varias bases de datos publicadas y no publicadas, y descubrieron que había habido un total de 210 avistamientos de la especie entre 1981 y 2003. La mayoría de estos registros procedían de debajo de la presa de Gezhouba. Los investigadores hicieron un análisis estadístico de los avistamientos y concluyeron que la especie se había extinguido funcionalmente en 1993. En la parte alta del río, la falta de reproducción, provocada por la presa que bloquea la migración de los peces, fue probablemente la principal razón de la extinción funcional de la especie. En la sección de aguas abajo, su número se redujo tanto por la degradación del hábitat como porque los peces se enredaban en redes destinadas a otras especies, dicen los investigadores.
En cuanto a la extinción completa del pez espátula chino en la naturaleza, los investigadores estiman que ocurrió en 2005 y no más tarde de 2010.
¿Podría haberse salvado la especie en algún momento? Tal vez, si se hubieran tomado medidas mucho antes de 1993, dicen los investigadores.
«Las medidas de conservación, como permitir las migraciones de desove río arriba, la restauración del hábitat, la moratoria de la pesca, la reducción de las capturas incidentales y la reducción de la contaminación del agua probablemente proporcionarían el mejor resultado si se aplicaran a tiempo, antes de que la especie experimentara el declive a un tamaño de población muy bajo, durante la década de 1970, o la década de 1980 a más tardar», dijo Jarić. «En la década de 1990, después de que se volviera muy rara y experimentara una extinción funcional, la única solución era intentar capturar un número suficiente de ejemplares para establecer una población de cría y conservarla ex-situ, hasta que la restauración del hábitat y el problema del paso migratorio se abordaran adecuadamente, pero la probabilidad de éxito en ese momento ya era bastante baja».»
En la década de 2000 se hicieron algunos intentos de capturar individuos vivos de la especie, pero para entonces la especie ya era demasiado rara y, más tarde, ya estaba extinguida, añadió Jarić.
Siempre existe la posibilidad de que individuos de una especie declarada extinta aún sobrevivan en algún lugar, pero en el caso del pez espátula chino eso es muy poco probable, dicen los investigadores.
Al igual que en el caso del pez espátula chino, la ventana de oportunidad puede estar agotándose para varias otras especies del Yangtze. Los estudios del equipo, por ejemplo, no registraron otras 140 especies de las que se había informado anteriormente en la cuenca del Yangtsé. Muchas de estas especies están muy amenazadas.
El baiji (Lipotes vexillifer), o delfín del río Yangtze, se registró por última vez, con pruebas fotográficas, en el río en 2002, y nunca se ha vuelto a ver. Aunque está catalogado como en peligro crítico, se cree que el baiji también se ha extinguido. Otras especies, como la carpa de cabeza larga (Luciobrama macrocephalus) y el pez pala de Sichuan (Onychostoma angustistomata), tampoco se han registrado en el Yangtsé en muchos años, y su estado de conservación no se ha evaluado para la Lista Roja de la UICN.
Evaluar el riesgo de extinción de todas las especies amenazadas del Yangtsé es una laguna que debe llenarse urgentemente, dicen los investigadores. «Además, la actual labor de búsqueda y rescate de otras especies posiblemente extinguidas, como el sábalo de Baiji y el sábalo de Reeves , no debe detenerse sino intensificarse», dijo Wei. «Los muertos están muertos, hay que ocuparse de las especies que están a punto de extinguirse».
El río Yangtze también es una historia de precaución. La pesca del río se ha colapsado, dijo Wei, ya que los proyectos de conservación del agua, la contaminación y los proyectos de navegación han tenido un impacto negativo considerable en el rendimiento de la pesca. «El rendimiento máximo de 427,22 mil toneladas se registró en 1954, y el mínimo de 46,50 mil toneladas fue en 2011», dijo.
Las especies del Yangtsé necesitan atención urgente. Pero la extinción no suele verse de inmediato, y para algunas especies puede ser ya demasiado tarde.
«La extinción suele producirse con retraso, después de que se cierre la ventana de la oportunidad de conservación, muchas otras especies muy amenazadas en la cuenca del Yangtsé probablemente ya han pasado el punto de no retorno», dijo Jarić.
«La extinción de una especie de agua dulce tan única y de gran tamaño, una reliquia de la antigua fauna que habitó la Tierra durante cientos de millones de años, es una pérdida trágica», añadió. «Además, demuestra que no tenemos éxito a la hora de prevenir la extinción incluso de especies tan destacadas que estaban recibiendo mucha atención del público, de la investigación y de la conservación. Qué posibilidades tienen entonces todas las demás especies altamente amenazadas, especialmente las poco llamativas y poco atractivas?»
Citación:
Zhang, H., Jarić, I., Roberts, D. L., He, Y., Du, H., Wu, J., … & Wei, Q. (2019). Extinción de uno de los peces de agua dulce más grandes del mundo: Lecciones para conservar la fauna del Yangtze en peligro de extinción. Science of The Total Environment, 136242. doi:10.1016/j.scitotenv.2019.136242