El papel del entrenamiento con ejercicios en el tratamiento de la hipertensión: una actualización

La hipertensión es un factor de riesgo de enfermedad cardiovascular (CV) muy prevalente en los países desarrollados. Todas las guías de tratamiento actuales enfatizan el papel de las intervenciones no farmacológicas, incluyendo la actividad física, en el tratamiento de la hipertensión. Desde nuestra última revisión de los efectos del entrenamiento con ejercicios en pacientes con hipertensión, se han publicado 15 estudios en la literatura inglesa. Estos resultados siguen indicando que el entrenamiento con ejercicios disminuye la presión arterial (PA) en aproximadamente el 75% de los individuos con hipertensión, con reducciones de la PA sistólica y diastólica de aproximadamente 11 y 8 mm Hg, respectivamente. Las mujeres pueden reducir la PA más con el entrenamiento de ejercicio que los hombres, y las personas de mediana edad con hipertensión pueden obtener mayores beneficios que las personas jóvenes o mayores. El entrenamiento de intensidad baja a moderada parece ser tan beneficioso, si no más, que el entrenamiento de mayor intensidad para reducir la PA en individuos con hipertensión. Las reducciones de la PA se manifiestan rápidamente, aunque, al menos en el caso de la PA sistólica, hay una tendencia a una mayor reducción con un entrenamiento más prolongado. Sin embargo, las reducciones sostenidas de la PA son evidentes durante las 24 horas que siguen a una única sesión de ejercicio en pacientes con hipertensión. Los pacientes asiáticos y de las islas del Pacífico con hipertensión reducen la PA, especialmente la sistólica, más y de forma más constante que los pacientes caucásicos. Los datos mínimos también indican que los pacientes afroamericanos reducen la PA con el entrenamiento de ejercicio. Algunos datos indican que las variaciones genéticas comunes pueden identificar a los individuos con hipertensión susceptibles de reducir la PA con el entrenamiento de ejercicios. Los pacientes con hipertensión también mejoran los perfiles de lipoproteínas plasmáticas y mejoran la sensibilidad a la insulina en el mismo grado que los individuos normotensos con el entrenamiento de ejercicios. Algunas pruebas también indican que el entrenamiento con ejercicios en pacientes hipertensos puede provocar la regresión de la hipertrofia ventricular izquierda patológica. Estos resultados siguen apoyando la recomendación de que el entrenamiento con ejercicios es un importante paso inicial o complementario que es altamente eficaz en el tratamiento de individuos con elevaciones leves a moderadas de la PA.

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