También conocida como aterosclerosis.
En las personas sanas, las arterias son flexibles y elásticas. La aterosclerosis es una enfermedad causada por la acumulación de depósitos de grasa y otras sustancias en la superficie interna de las arterias. Con el paso de los años, estos depósitos forman una placa que puede hacer que las arterias se vuelvan rígidas y disminuyan su diámetro interno; el flujo sanguíneo puede entonces ser insuficiente para proporcionar el oxígeno adecuado a las diferentes partes del cuerpo. La aterosclerosis puede producirse en todas las arterias del cuerpo, incluidas las del corazón (arterias coronarias). La información que figura a continuación se refiere a las arterias coronarias. Cuando las arterias coronarias (arterias que alimentan el corazón) se ven afectadas, se habla de enfermedad de las arterias coronarias. El estrechamiento progresivo de las arterias puede reducir lentamente el suministro de sangre al corazón y provocar gradualmente lo que se conoce como angina de pecho. Sin embargo, si una arteria se bloquea repentinamente por un coágulo (que puede o no estar relacionado con el estrechamiento), esto se denomina síndrome coronario agudo (infarto de miocardio o angina inestable).
Los factores de riesgo son enfermedades o características que favorecen la aparición y aceleran la progresión de la arteriosclerosis. Estos son:
- Tabaco
- Diabetes
- Presión arterial elevada
- Colesterol sanguíneo elevado (hipercolesterolemia)
- Antecedentes familiares de aterosclerosis antes de la edad de 60 años
- Edad
- Sedentarismo
- Obesidad
- Estrés
La arteriosclerosis es una afección que se desarrolla gradualmente con los años, y una disminución leve o moderada del diámetro de las arterias no suele provocar síntomas.