Espeleología en la Cueva de los Ángeles en Puerto Rico

No hay duda de que Puerto Rico está lleno de maravillas naturales, pero una de las más impresionantes y no tan exploradas son los Sistemas de Cuevas del Río Camuy.

Este espectacular sistema de cuevas, ubicado en la región centro occidental de la isla, contiene el tercer río subterráneo más grande del mundo y es el hogar de un incomparable ecosistema y ambiente tropical que aún conserva su estado natural de hace millones de años.

Tuve la oportunidad de explorar y adentrarme en las cuevas con Aventuras Tierra Adentro – en mi opinión; son la compañía de aventura a la que acudir cuando se trata de Zip Lining, Canyoning y Espeleología en Puerto Rico.

Su tour de espeleología fue seleccionado por el National Geographic como uno de los «500 mejores viajes del mundo».

El tour se realiza los domingos con recogida en Ventana del Mar en Condado; un punto de encuentro accesible para cualquier viajero en San Juan.

En cuanto aparecen los chicos de Aventuras, nos reciben con una alfombra roja que sale de la furgoneta acompañada de música aventurera de fondo (con aplausos).

Son las 5:45 de la mañana, así que espero dormir en el viaje de una hora hasta Arecibo. Error. Rossano, guía principal y propietario de Aventuras, y Aníbal tienen el aire y la energía suficientes para soltar chistes durante todo el trayecto.

Son totalmente enérgicos y entretenidos; ¡incluso cuando se me ponen los ojos en blanco por la falta de sueño y las pocas copas que me tomé la noche anterior!

Justo antes de llegar al sistema de cuevas, nos detenemos en una pequeña panadería para desayunar y abastecernos de víveres y agua.

Una vez en el lugar de la espeleología, tenemos una corta caminata en el karst calcáreo, seguida de un curso intensivo en medio del bosque, algo entretenido, sobre rapel y seguridad.

El entretenimiento es una parte importante de sus tours – uno de los pequeños detalles que hacen que la experiencia sea aún mejor.

Una vez informados, con el equipo de rappel puesto, bajamos aún más y llegamos a la primera emoción de esta experiencia aventurera: la tirolina… ¡el punto de no retorno!

Me designan como voluntario para enganchar a los otros 8 aventureros de la excursión a la línea de seguridad antes de que se enganchen a la tirolina. La tirolina es pequeña pero estimulante. Una vez en el otro extremo, siento que la adrenalina se dispara.

Ahora estoy de pie en el borde del sumidero de 250 pies de profundidad que alberga la boca de la Cueva de los Ángeles.

Estoy listo, y emocionado, para rapelar este gigantesco agujero tropical. Pero antes, recibo una pequeña bonificación (por ser tan buen voluntario…) y hago una tirolina extra por mi cuenta sobre el sumidero; obteniendo una vista de pájaro de su impresionante caída, los escarpados acantilados boscosos, el río y la boca de la cueva.

El rappel es más que una actividad más; es la transición entre el frondoso bosque tropical y las oscuras y misteriosas cuevas.

Una vez en el fondo, cambio el equipo de rappel y me pongo el de espeleología. Ahora es el momento de atravesar el sombrío umbral que da acceso al entorno que experimentaré durante las próximas 5 horas: ahora estoy dentro de la Cueva de los Ángeles.

Aunque las cámaras son grandes y no hay espacios realmente estrechos como en muchas otras cuevas, esta experiencia de espeleología no es un paseo. Los arañazos, cortes y magulladuras son una parte común de la experiencia. Ensuciarse, embarrarse y mojarse en extremo… inevitable.

Avanzamos en grupo, espeleando dentro de las cálidas y oscuras cámaras que sólo están iluminadas por las luces de nuestros cascos. Trepamos por las rocas, hacemos desprendimientos, cruzamos cascadas subterráneas y nos bañamos en el río subterráneo. Esto es sólo el comienzo.

Todo el tiempo dentro de la cueva está lleno de adrenalina, es activo, entretenido y educativo.

Rossano se asegura de educarnos sobre las formaciones rocosas, la historia de las cuevas, los fósiles, la conservación, los seres vivos (sí, hay pequeños escorpiones, cangrejos, cucarachas, arañas, murciélagos, etc.), los petroglifos nativos taínos y las técnicas de espeleología.

Para poner a prueba nuestro espíritu aventurero, Rossano nos pide que caminemos por un pequeño segmento de la cueva con las luces apagadas. El paisaje subterráneo es impresionante… incluso en la oscuridad total.

Pero luego, nos empuja aún más cuando llegamos a una caída subterránea empinada; en su base, el río fluye.

Paso por el borde para tener una visión completa de su caída de 6 metros.

«¡Ahora, todos, apagad las luces!», dice Rossano en voz alta.

El salto en caída libre hacia el río es en total oscuridad.

Cedo el paso, salto hacia adelante y espero el chapoteo. No siento el chapoteo. Ya debería estar en el agua. ¿Qué tan profundo es esto?

Entonces, ¡¡splash!!

La caída libre se sintió mucho más larga de lo que esperaba. Ahora la adrenalina se ha disparado a nuevas alturas.

Nadamos a través de los túneles del río subterráneo, trepamos por las paredes y realizamos más saltos en caída libre (esta vez con luz).

A mitad del recorrido nos detenemos a comer nuestro almuerzo en una enorme cámara que han bautizado como Pandora. Una vez que estés allí sabrás por qué; ¡no te voy a estropear esta sorpresa, entre otras muchas!

El camino de vuelta no es menos emocionante que el de entrada. Después de subir y bajar algunos de los retos que presenta la cueva, terminamos nuestra experiencia espeleológica con una carrera. Sí, una carrera… ¡una carrera de barro!

Uno de los suelos de la última cámara es un enorme lecho de barro espeso. Si caminamos lentamente a través de él, nuestros zapatos serán absorbidos por este mar de Nutella. Así que la mejor manera de salir es corriendo por el barro como un loco!

¡No hace falta decir que al final de la carrera estoy totalmente cubierto de barro!

Una vez fuera de la cueva, la aventura no ha terminado todavía… me espera una caminata de 10 minutos hacia arriba; terminando en unos merecidos aperitivos, duchas y el autobús. Ahora podré dormir y descansar mi adolorido cuerpo en el viaje de regreso a San Juan.

Pocas recomendaciones:

• Llevar ropa extra para cambiarse después de la excursión.
• Llevar zapatillas cómodas con cordones (no querrás perderlas chupadas por el barro). Las botas serán demasiado pesadas para el baño.
• Compra un sándwich extra, patatas fritas y agua en la panadería y empácalos en una bolsa de doble cierre para evitar que el agua arruine tu comida.
• Una condición física moderada es apropiada, pero no se requiere experiencia.

Imágenes 1, 2 y 4 suministradas por Aventuras Tierra Adentro.