«Reconocer los signos del lenguaje corporal que indican ansiedad es como tomar aspirinas antes de que se produzcan los dolores de cabeza.» -Greg Williams, El Maestro Negociador &Experto en Lenguaje Corporal (Click to Tweet)
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«Estas son las señales mortales del lenguaje corporal de la ansiedad»
«La gente no se da cuenta; siempre está negociando»
Cuando se lee el lenguaje corporal, hay que conocer las señales del lenguaje corporal que hay que observar para entender el significado que esas señales transmiten. Sin ese conocimiento, te perderás toda la intención del mensaje. Y esa oportunidad perdida podría haber sido el punto para desescalar una situación que luego se enciende en algo más incontrolable.
Cada vez que una situación se vuelve tensa, aumenta la probabilidad de que se convierta en territorio peligroso. Sólo por esa razón debes estar atento a las tensiones agudas. Y, mientras que algunos síntomas son más significativos que otros, dependiendo de la situación, los siguientes son signos que indican grados de aumento de peligro inminente, que puede llegar a ser aumentado por la ansiedad.
Puños apretados
Cuando un individuo comienza a flexionar sus manos en puños apretados, se está preparando para algún tipo de batalla. Esa batalla puede ser inicialmente la fuente de una escalada verbal. Luego, puede agudizarse por la ansiedad que se alimenta del aumento de la tensión, lo que sólo serviría para aumentar la probabilidad de que se convierta en algo terrible. Así, cada vez que se produce un ciclo, proporciona el combustible para acelerar el proceso. Si no se produce una interrupción para cortocircuitar el proceso, la violencia física puede convertirse en el punto final. Dado que este acto indica la proximidad del peligro físico, es una señal que no debe ignorarse. Hacerlo podría ser por su cuenta y riesgo.
Flexión del cuello
Una señal de lenguaje corporal de ansiedad que a menudo se pasa por alto es la flexión del cuello. Mientras que el esfuerzo puede ser contratado para ejercer la reducción de la tensión en el cuerpo de uno, si la fuente de esa tensión se deriva del estrés, el entorno se vuelve más susceptible de escalar en el comportamiento amenazante. Y eso podría aumentar la probabilidad de que usted y los demás se conviertan en el objetivo de los ataques diabólicos de alguien.
Cuando observe que alguien flexiona el cuello, reconozca que ese acto por sí solo no indica problemas pendientes. Al igual que con los gestos del lenguaje corporal en general, para evaluar con precisión la intención de alguien, cuantos más gestos observes, mejor información tendrás para obtener correctamente las intenciones de alguien. Con esa información, estarás mejor posicionado para tomar acciones correctivas en caso de que surja el peligro.
Invadir el espacio personal
Hay una perspectiva del espacio que la gente tiene hacia los demás que indica cuán seguros y cómodos se sienten en ese espacio. Notarás la incomodidad de alguien si retrocede o utiliza un gesto, como extender su brazo hacia afuera, para permitirte ver el espacio extendido que le gustaría que mantuvieras de él. Si, después de recibir una señal sobre la distancia apropiada que a uno le gustaría mantener es violada, es necesario realizar una evaluación adicional inmediatamente sobre la intención del violador.
Porque cuando la vecindad del espacio es violada, el acto puede llegar a ser percibido como un gesto hostil. Y, si la ansiedad de otras acciones dañinas acompaña a ese gesto, podría nacer una situación peligrosa.
Sin embargo, a veces, la gente puede querer estar inusualmente cerca de ti. En algunas culturas, es costumbre que la gente se relacione más cerca que en otras. Si su cercanía no te provoca ansiedad, deja que se sientan cómodos consiguiendo esa cercanía. Pero cuando le provoque malestar, diga algo antes de que tenga la oportunidad de hacer algo, siendo ese algo cualquier cosa que pueda causarle más incomodidad o daño.
Movimiento/colocación de los pies
De todos los gestos que podrían indicar un peligro inminente, dependiendo del espacio entre usted y otra persona, la colocación de los pies es la que debe observar inicialmente. Porque una persona utilizará sus pies para acercarse a usted, y la forma en que lo haga, le dará una idea de la intención de sus acciones. Alguien que se mueve rápidamente hacia ti puede estar indicando que está feliz de estar en tu presencia. La razón de ello puede ser lo que debes cuestionar. Para hacer esa evaluación, debes observar otros gestos. Por ejemplo, si la persona tiene el ceño fruncido y se mueve lentamente hacia ti, y empieza a sonreír a medida que se acerca, podrías interpretar esa acción como menos amenazante que la de alguien que aprieta los puños mientras se acerca a ti sin sonreír.
Entonces, una vez que alguien está cerca de ti, sus pies indicarán su intención. Por ejemplo, si una persona planea salir de tu entorno, un pie apuntará en la dirección en la que planea salir. Si tienen intención de volverse más agresivos, se acercarán más a ti, y sus pies pueden alinearse momentáneamente con los tuyos. Si un ataque es inminente, antes de que se produzca, puede producirse un paso atrás momentáneo, seguido de un empuje de energía para impulsar un puño, un codo o una patada. Y obviamente, sabrás su intención de hacerte daño en ese momento. Así que, antes de que las cosas lleguen a ese punto, presta atención al lenguaje corporal que presagia su llegada.
Reflexión
Cuando era un niño en los primeros años de la escuela primaria, recuerdo que jugaba a un juego llamado «lo que falta». A medida que los niños entraban en el aula, el profesor tenía objetos colocados por toda la sala. Los niños tomaban nota de esos objetos y de su ubicación. Después, cerrábamos los ojos. A continuación, el profesor reorganizaba o quitaba algunas de las cosas. Una vez que podíamos abrir los ojos, teníamos que decirle al profesor qué objetos se habían quitado o recolocado.
Me encantaba ese juego. Me recuerda mucho a la lectura de las señales del lenguaje corporal. Al anotar las señales que viste en un momento y observar cómo habían cambiado en lo que se convirtieron, puedes notar cuándo la ansiedad podría ser el motivador que causó ese cambio. Así, al percibir tu entorno a través de las señales de lenguaje corporal de alguien, obtienes una visión de las próximas atracciones. Eso significa que, al ser observador de esas acciones, tendrás más tiempo para frustrar los esfuerzos que podrían conducir a actividades no deseadas. Y todo estará bien con el mundo.
Recuerda, ¡siempre estás negociando!