¿Qué es la fuga de líquido cefalorraquídeo?
El líquido cefalorraquídeo (LCR) rodea la columna vertebral y el cerebro, actuando principalmente como un cojín protector. Un desgarro en una de las membranas que contienen el LCR permite que el líquido se filtre.
El LCR puede filtrarse por la nariz, los oídos o por una herida en la cabeza o la columna vertebral. A medida que el líquido drena, su poder de amortiguación disminuye, y el cerebro comienza a apoyarse directamente en el cráneo. El resultado son dolores de cabeza que empeoran al sentarse o ponerse de pie.
¿Qué causa las fugas de líquido cefalorraquídeo?
Las causas de las fugas de líquido cefalorraquídeo (LCR) incluyen:
- Traumatismos en la cabeza o la columna vertebral
- Cirugía
- Tumores
- Aumento de la presión en el cerebro por afecciones como la hidrocefalia
Las fugas espontáneas de LCR se asocian a defectos de desarrollo de los huesos del cráneo que hacen que las membranas (meninges) sobresalgan. Una abertura en las membranas hace que el sistema nervioso sea más susceptible a la infección.
Cuando no se trata, entre el 25 y el 50 por ciento de las fugas de LCR dan lugar a meningitis.
El tratamiento quirúrgico preferido en el UPMC para las fugas de líquido cefalorraquídeo (LCR) de la base del cráneo es el abordaje endonasal endoscópico (EEA). Esta técnica innovadora y mínimamente invasiva utiliza la nariz y las fosas nasales como pasillos naturales para acceder a zonas de difícil acceso o a tumores previamente inoperables.
Las ventajas del EEA incluyen:
- Sin incisiones que cicatrizar
- Sin desfigurar al paciente
- Tiempo de recuperación más rápido