Hipoxia cerebral

Por la Dra. Ananya Mandal, MDRevista por Sally Robertson, B.Sc.

La hipoxia cerebral se refiere a un suministro reducido de oxígeno al cerebro. La hipoxia cerebral prolongada acaba provocando la muerte de los nervios del cerebro, lo que conduce a una lesión cerebral hipóxica. Cuando el suministro de oxígeno al cerebro se interrumpe por completo, la afección se denomina anoxia cerebral.

Existen cuatro tipos de hipoxia cerebral, que son:

Hipoxia cerebral difusa: un nivel reducido de oxígeno en la sangre provoca una reducción de leve a moderada de la función cerebral.

Isquemia cerebral focal: se produce cuando un vaso sanguíneo cerebral se obstruye por un coágulo, como un aneurisma, un trombo o una embolia. Muchos casos de ictus se deben a la isquemia cerebral focal y suelen implicar la oclusión de la arteria cerebral media.

Isquemia cerebral global – Se refiere a una reducción grave del flujo sanguíneo a zonas generalizadas del cerebro, como en los casos de paro cardíaco.

Infarto cerebral masivo – Se trata de una forma peligrosa de ictus isquémico causado por la reducción del flujo sanguíneo que priva de oxígeno a múltiples zonas del cerebro.

Causas y patología

La privación prolongada de oxígeno al cerebro debido a la hipoxia o la anoxia provoca una lesión cerebral denominada lesión hipóxica/anóxica (HAI).

La encefalopatía isquémica hipóxica (HIE) es una afección causada por la privación prolongada del oxígeno adecuado al cerebro y suele asociarse a casos de asfixia en recién nacidos. Sin embargo, la HIE puede producirse a cualquier edad y es una complicación común de la parada cardíaca.

La hipoxia cerebral puede clasificarse según la forma en que el cerebro queda privado de oxígeno.

Las diferentes causas incluyen:

Hipoxia hipóxica: está causada por un suministro limitado de oxígeno en el entorno y es un riesgo al que se enfrentan, por ejemplo, montañeros, buceadores y aviadores.

Hipoxia hipémica: surge debido a un nivel inadecuado de oxígeno en la sangre aunque los niveles de oxígeno del entorno sean suficientes. Las causas más comunes de esta hipoxia son la anemia y la intoxicación por monóxido de carbono.

Hipoxia isquémica – También llamada hipoxia estancada, se refiere a un flujo sanguíneo inadecuado al cerebro, que queda privado de oxígeno. Esto se observa en los accidentes cerebrovasculares, los infartos de miocardio y las paradas cardíacas.

Hipoxia histotóxica – En este caso, el nivel de oxígeno del cerebro es suficiente pero el tejido cerebral no puede metabolizarlo. La intoxicación por cianuro es un ejemplo de hipoxia histotóxica.

Síntomas de la hipoxia cerebral

Los síntomas leves incluyen una reducción de la memoria a corto plazo y de la capacidad para aprender cosas difíciles.

La hipoxia continuada puede provocar una alteración de la capacidad cognitiva, una reducción del control motor, un aumento de la frecuencia cardíaca y una coloración azul de la piel.

Con el tiempo, la hipoxia continuada conduce a una pérdida de conciencia, convulsiones, coma e incluso muerte cerebral.

Tratamiento

El objetivo principal del tratamiento es restaurar el contenido de oxígeno del cerebro. En los casos de hipoxia leve o moderada, la simple eliminación de la causa de la hipoxia y el suministro de oxígeno pueden ser suficientes para restaurar el contenido de oxígeno. En los casos graves, sin embargo, puede ser necesario el soporte vital.

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Escrito por

Dra. Ananya Mandal

La Dra. Ananya Mandal es médico de profesión, profesora por vocación y escritora médica por pasión. Se especializó en Farmacología Clínica tras su licenciatura (MBBS). Para ella, la comunicación en materia de salud no consiste únicamente en escribir reseñas complicadas para los profesionales, sino en hacer que los conocimientos médicos sean comprensibles y estén al alcance del público en general.

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