Invitados de verano no invitados: Las hormigas de Albuquerque
Hay 299 tipos de insectos nativos del estado de Nuevo México. Muchos otros han sido importados de otros estados y países, a menudo accidentalmente. Sólo de hormigas hay más de veinticinco especies. Algunos de sus nombres son cómicos. Por ejemplo, hay cinco tipos diferentes de la especie comúnmente llamada hormigas locas. Estas hormigas son brillantes, bicolores y tienen patas largas y gruesos pelos oscuros en la parte superior del tórax. Se llaman hormigas locas porque a menudo corren en círculos como un perro persiguiendo su propia cola. Otros nombres cómicos de las especies locales son hormigas acróbatas y hormigas cabezonas.
Las hormigas cosechadoras miden hasta media pulgada de largo, son de color rojo o marrón oscuro y tienen dos espinas en el tórax. Se alimentan de semillas almacenadas en grandes montículos cubiertos de grava que retienen el calor y sirven como incubadoras de huevos. Equipadas con alas y un aguijón, suelen invadir las casas bajando por la chimenea. Las hormigas carpinteras, como la mayoría de las personas, prefieren vivir en casas construidas con madera. Las hormigas carpinteras negras también miden hasta media pulgada de largo. Una colonia madura suele tener aproximadamente 3.000 hormigas adultas, todas las cuales pueden picar, así como rociar ácido fórmico, para protegerse. Los machos y las reinas también pueden volar, aunque las obreras no.
Algunas especies no eran nativas de la zona, sino importadas, y ahora se han convertido en residentes permanentes. Una de las especies más molestas y peligrosas es la hormiga roja de fuego. Aunque la hormiga de fuego del sur es nativa de la zona, también existe una versión importada. Otra especie importada es la hormiga argentina, originaria de Brasil, que sólo se ha encontrado en Albuquerque. Otras especies se denominan según el lugar en el que se encuentran con mayor frecuencia, como las hormigas de campo, las hormigas domésticas olorosas, las hormigas de árbol y las hormigas de pavimento.
Control de la población
Las hormigas desempeñan una serie de funciones importantes en el mantenimiento de nuestro delicado equilibrio ecológico. Airean el suelo, contribuyen a la dispersión de semillas y sirven de fuente de alimento a muchas otras especies, incluidos los humanos, en algunas partes del mundo. Sin embargo, las hormigas son la especie más numerosa del mundo, por lo que probablemente algunas especies reciben el nombre de hormigas legionarias o del ejército. También es la razón por la que a veces se hace necesario el control de la población. Dependiendo de la especie, una infestación de hormigas puede ser peligrosa, además de afectar seriamente a la calidad de vida.
Los profesionales del control de plagas tienen experiencia en reducir las poblaciones de hormigas antes de que se conviertan en una infestación en toda regla. Identificar y eliminar los nidos existentes es sólo un paso. Realizar inspecciones minuciosas regularmente para identificar y rectificar cualquier condición que pueda atraer futuras reinas y colonias es uno de los mejores pasos preventivos que los propietarios pueden tomar.
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