La córnea es la capa transparente en forma de cúpula que se encuentra en la parte delantera del ojo. Normalmente, una córnea sana puede resistir las infecciones de forma muy eficaz. Sin embargo, la córnea puede resultar dañada por una lesión, como un pinchazo en el ojo, o puede inflamarse por una infección. A diferencia de la mayoría de los tejidos, la córnea no contiene vasos sanguíneos que la protejan de las infecciones. La infección corneal, o queratitis, se produce cuando la córnea resulta dañada por un objeto extraño, o por bacterias u hongos (a menudo por una lente de contacto contaminada). Esto puede causar una inflamación dolorosa y puede conducir a la cicatrización de la córnea. En los casos más graves, la queratitis puede causar ceguera.
Tipos de infecciones corneales
El tipo más común de queratitis infecciosa es la queratitis bacteriana. Suele estar causada por el uso de lentes de contacto durante la noche. Aunque la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) ha aprobado el uso de algunas lentes de contacto de uso prolongado durante 30 días, esto aumenta considerablemente el riesgo de infección. Dormir con las lentes de contacto te hace mucho más propenso a la queratitis, por lo que se recomienda que te quites las lentes de contacto todos los días, las limpies y enjuagues a fondo, y las guardes con solución de contacto fresca. Asegúrese de hablar del riesgo con su oftalmólogo.
Algunos virus y hongos también pueden causar queratitis. El agua del grifo puede contener un germen que causa queratitis, y los usuarios de lentes de contacto son más susceptibles a este tipo de queratitis también. Aunque puede parecer lógico guardar las lentes de contacto en agua del grifo cuando se ha quedado sin solución para lentes de contacto, esta elección puede causar una infección ocular grave.
No todos los tipos de queratitis son infecciosos. La queratitis no infecciosa puede ser el resultado de:
- Lesión ocular por un arañazo o un objeto extraño
- Reacción alérgica a los depósitos de las lentes
- Productos químicos, incluidos los de la solución para lentes de contacto
- Sequedad ocular
Signos de advertencia &Síntomas
Los síntomas de una infección corneal pueden incluir:
- Enrojecimiento
- Dolor
- Hinchazón
- Sensación de picor/ardor en el ojo
- Sensibilidad dolorosa a la luz
- Cosquilleo
- Disminución de la visión
- Secreción ocular
Incluso puede desarrollar una mancha blanca en el lugar de la infección que sea realmente visible. Si usas lentes de contacto y tu ojo está rojo e irritado, puedes tener queratitis infecciosa. Cuanto más profunda sea la infección, más dolorosos serán los síntomas. Es importante que llame a su oftalmólogo inmediatamente si lleva lentes de contacto y tiene alguno de estos síntomas.
Tratamiento y procedimientos
Se puede utilizar un microscopio óptico especializado para determinar la ubicación, la profundidad y la gravedad de la infección corneal. A veces, el oftalmólogo realiza un cultivo de la infección para identificar el tipo de organismo que está causando la queratitis.
Las infecciones menores suelen tratarse con gotas antibacterianas recetadas. Las infecciones más graves necesitan antibióticos más fuertes o un tratamiento antifúngico para eliminar las infecciones, así como gotas de esteroides para la inflamación. A veces, las infecciones de la córnea requieren múltiples tratamientos para curarse y es necesario acudir con frecuencia al oftalmólogo. Si se producen cicatrices en la córnea, pueden provocar la pérdida de visión y, posiblemente, la ceguera. En el caso de una cicatriz corneal, puede ser necesario un trasplante de córnea.
Prevención
Los usuarios de lentes de contacto corren un mayor riesgo de sufrir infecciones corneales, por lo que es importante un cuidado adecuado de las mismas. Evite dormir con las lentes de contacto puestas o usarlas en exceso. Deseche las lentes de contacto blandas según las indicaciones de su oftalmólogo. Utilice también gafas de protección durante las actividades que puedan arrojar accidentalmente partículas u otros cuerpos extraños al ojo. Las personas que son muy activas o practican deportes deben ser especialmente precavidas para evitar lesiones oculares que puedan causar queratitis no infecciosa.
Recuerde que los exámenes oculares integrales regulares son importantes para una buena salud ocular, incluso si no detecta ningún cambio o problema en su visión. La mejor manera de mantener sus ojos libres de enfermedades es programar exámenes oculares completos cada uno o dos años, según las recomendaciones de su oftalmólogo.