PUNTOS PRINCIPALES:
La inhibición conductual es un temperamento que se ha relacionado con el desarrollo del trastorno de ansiedad social. La inhibición conductual (BI) se relaciona con la tendencia a experimentar angustia y a retirarse de situaciones, personas o entornos desconocidos. La BI es un rasgo estable en un subconjunto de niños. Las investigaciones limitadas sugieren que ayudar a los niños a sentirse seguros e independientes en los entornos sociales puede reducir la estabilidad de la BI.
Los detalles:
Inhibición conductual y ansiedad social
Un conjunto creciente de investigaciones se dedica a investigar la relación entre los estilos de personalidad en la infancia y la posterior aparición de trastornos de ansiedad. La inhibición conductual es un estilo de personalidad que se ha estudiado mucho y se ha relacionado con el desarrollo de trastornos de ansiedad en la edad adulta, en particular la ansiedad social. Algunos estudios (por ejemplo, Chronis-Tuscano et al., 2009) han informado de una relación entre la inhibición conductual en la infancia y el desarrollo posterior del trastorno de ansiedad social. Un estudio (Schwartz et al., 1999) descubrió que de los niños que fueron clasificados como inhibidos a los 2 años de edad, el 61% de estos niños reportaron síntomas de ansiedad social a los 13 años, mientras que el 27% de los clasificados como desinhibidos a los 2 años reportaron síntomas de ansiedad social. Otros estudios han sugerido que la evitación social y el miedo en la infancia son predictivos de la fobia social en la escuela secundaria.
¿Qué es la inhibición conductual?
La inhibición conductual es un estilo de personalidad, o temperamento, que se relaciona con la tendencia a: 1) sentir angustia o miedo, y 2) retraerse ante entornos, situaciones o personas novedosas. Los niños que muestran inhibición conductual tienden a sentir miedo, ansiedad o incomodidad en situaciones desconocidas, y tienden a dejar de jugar y a retraerse cuando están cerca de personas desconocidas. Estos niños tienden a estar muy atentos a su entorno durante estas situaciones desconocidas. No tienden a acercarse a personas, situaciones u objetos nuevos.
Estabilidad de la inhibición conductual a lo largo de la infancia:
Los estudios han investigado si las tendencias de inhibición conductual cambian o permanecen estables en los niños a lo largo del tiempo. Estos estudios han demostrado que típicamente, a medida que los niños crecen, aprenden a responder de maneras más variadas en respuesta a nuevas situaciones. Por otro lado, algunos de los niños que muestran inhibición de la conducta al principio de la infancia tienden a seguir mostrando estas tendencias durante toda la infancia. En otras palabras, un subconjunto de niños muestra una inhibición conductual estable a lo largo de la infancia, mientras que otros niños muestran mucha más variabilidad en la inhibición conductual y no muestran estas tendencias más adelante en la infancia.
¿Qué factores influyen en la estabilidad de la inhibición conductual?
Hay poca investigación sobre los factores que reducen la estabilidad de la inhibición conductual a lo largo de la infancia. Unos pocos estudios sugieren que algunas estrategias de cuidado pueden ser útiles para reducir la estabilidad de la inhibición conductual. En concreto, un estilo de cuidado que anime a los niños a desarrollar la independencia y la confianza puede ayudar a los niños a reducir su angustia en los nuevos entornos sociales. Más concretamente, los cuidadores podrían ofrecer a los niños oportunidades de participar en actividades sociales y de destacar en ellas. Algunos estudios sugieren que cuando los cuidadores responden en exceso (es decir, proporcionan ayuda cuando el niño no la necesita) o imponen el control cuando no es necesario hacerlo, estas estrategias pueden reforzar la ansiedad de los niños en situaciones nuevas. Algunos investigadores plantean la hipótesis de que responder con ayuda cuando no es necesaria envía al niño el mensaje de que su ansiedad estaba justificada. A su vez, esto refuerza la presencia de ansiedad en esa situación concreta. En resumen, las limitadas investigaciones sugieren que la mejor manera de animar a los niños a sentirse independientes y menos temerosos en entornos sociales es ayudarles a sentir que no necesitan depender de ellos en estas situaciones novedosas.
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Recurso
Fox, N.A., Henderson, H.A., Marshall, P.J., Nichols, K.E., & Ghera, M.M.
(2005). La inhibición del comportamiento: Vinculación de la biología y el comportamiento dentro de un marco de desarrollo. Annual Review of Psychology, 56, 235-262.
También citado en esta sección
Chronis-Tuscano, A., Degnan, K.A., Pine, D., Pérez-Edgar, K., Henderson, H.A., Díaz, Y.,
Raggi, V.L., & Fox, N.A. (2009). El informe materno temprano estable de la inhibición del comportamiento predice el trastorno de ansiedad social de por vida en la adolescencia. Journal of the American Academy of Child and Adolescent Psychiatry, 48, 928-935.
Schwartz, C.E., Snidman, N., & Kagan, J. (1999). La ansiedad social adolescente como resultado del temperamento inhibido en la infancia. Journal of the American Academy of Child and Adolescent Psychiatry, 38, 1008-1015.