Insuficiencia renal crónica

¿Qué es la insuficiencia renal crónica?

La insuficiencia renal crónica es una enfermedad que implica una disminución de la capacidad de los riñones para filtrar los residuos y los líquidos de la sangre. Es crónica, lo que significa que la afección se desarrolla durante un largo período de tiempo y no es reversible. También se conoce como enfermedad renal crónica (ERC).

La insuficiencia renal crónica suele estar causada por otras afecciones médicas que ejercen presión sobre los riñones a lo largo del tiempo, como la diabetes, la presión arterial alta o la hipertensión y la inflamación de los riñones a largo plazo. Los primeros síntomas de la reducción de la función renal incluyen orinar con más frecuencia, presión arterial alta e hinchazón de las piernas.

Se cree que alrededor del 15 por ciento de los adultos, o 30 millones de personas en Estados Unidos, padecen una enfermedad renal en algún momento. Dado que la enfermedad tarda en desarrollarse, suele afectar a personas mayores. Las mujeres se ven afectadas con algo más de frecuencia que los hombres, y las personas de ascendencia africana, latinoamericana e indígena corren un mayor riesgo de padecer ERC.

Las personas con riesgo de padecer insuficiencia renal crónica deben someterse a revisiones médicas periódicas, que incluyen la evaluación de la tasa de filtración glomerular. Este es un método más fiable para diagnosticar las primeras fases de la insuficiencia renal crónica que esperar a que aparezcan los síntomas.

El tratamiento consiste en controlar la enfermedad subyacente y apoyar la función renal. La insuficiencia renal crónica requiere un tratamiento cuidadoso y de por vida, y puede evolucionar hacia una insuficiencia renal terminal que requiera diálisis o trasplante. Sin embargo, muchos casos de insuficiencia renal crónica son de leves a moderados y pueden ser manejados por los pacientes con el apoyo de un médico.

Síntomas de la insuficiencia renal crónica

En las primeras etapas de la insuficiencia renal crónica, los afectados no suelen experimentar ningún síntoma. Sin embargo, los síntomas que pueden surgir durante las primeras etapas de la insuficiencia renal crónica incluyen:

  • La necesidad de orinar con más frecuencia
  • La orina puede estar pálida y espumosa
  • La hipertensión, también conocida como presión arterial alta
  • Hinchazón de las piernas
  • Pérdida de apetito
  • Pérdida de peso

A medida que la enfermedad progresa, las personas afectadas pueden desarrollar otros síntomas como:

  • Calambres o espasmos musculares
  • Desarrollo de manchas marrones en la piel
  • Empeoramiento de la hinchazón, incluso en las manos, tobillos, pies y alrededor de los ojos
  • Somnolencia o falta de concentración
  • Sentirse letárgico y sin energía
  • Se hincha con facilidad
  • Sangre en las heces
  • Amenorrea (interrupción de la menstruación)
  • Picazón, piel seca
  • Dolor en los huesos
  • Aumento de la susceptibilidad a las infecciones
  • Náuseas y vómitos

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Causas de la insuficiencia renal crónica

La insuficiencia renal crónica se produce sobre todo en personas que tienen otras afecciones médicas que provocan daños en las pequeñas unidades de los riñones, llamadas nefronas, que se encargan de filtrar los desechos y los líquidos de la sangre.

Las afecciones más comunes que pueden causar insuficiencia renal crónica son:

  • Diabetes. Uno de cada tres adultos con diabetes tiene probabilidades de desarrollar insuficiencia renal crónica
  • Hipertensión. Uno de cada cinco adultos con hipertensión tiene probabilidades de desarrollar una insuficiencia renal crónica

Las personas con diabetes e hipertensión, que tienen un alto riesgo de desarrollar una insuficiencia renal crónica, deben someterse a controles sanitarios regulares para medir su tasa de filtración glomerular. Los diabéticos también deben someterse a pruebas periódicas de microalbúmina. Estas pruebas pueden detectar los primeros signos de la enfermedad.

Las afecciones menos comunes que pueden causar insuficiencia renal crónica incluyen:

  • La enfermedad renal poliquística, una serie de trastornos genéticos
  • El síndrome nefrótico, también llamado nefritis y glomerulonefritis, es una afección que daña los glomérulos y puede ser causada por la faringitis estreptocócica y el lupus, entre otras afecciones
  • Inflamación de los riñones
  • Infecciones renales repetidas y cálculos renales frecuentes

Las personas que tienen alguna malformación en los riñones o en las vías urinarias tienen un mayor riesgo de acabar desarrollando una insuficiencia renal crónica. Una vez que los riñones han perdido una cantidad significativa de función, es posible que no puedan recuperarse, y la persona puede evolucionar hacia una enfermedad renal en fase terminal.

Diagnóstico de la insuficiencia renal crónica

La insuficiencia renal crónica puede diagnosticarse midiendo la función renal y suele analizarse tomando muestras de sangre y orina para medir los niveles de creatinina. Ésta es un producto de desecho de la creatina, que es una sustancia química que el cuerpo produce para suministrar energía, principalmente a los músculos y al cerebro.

Las dos principales pruebas de diagnóstico son:

  • Tasa de filtración glomerular (TFG). Comprueba el funcionamiento de los glomérulos. Para comprobar la tasa de filtración, se toma una muestra de sangre que se analiza en un laboratorio. Los resultados se combinan con factores como la edad, el origen étnico, el sexo, la altura y el peso para calcular la tasa de filtración glomerular de una persona.
  • Prueba de aclaramiento de creatinina. Otra forma de calcular la tasa de filtración glomerular. Para realizar la prueba, una persona necesita recoger toda su orina durante un período de 24 horas y luego proporcionar una muestra de sangre. La comparación de los niveles de creatinina en la sangre y en la orina permite estimar la tasa de filtración glomerular de una persona.

Si una persona tiene una tasa de filtración glomerular inferior a 60mL/min/1,73m2 durante tres meses o más, se considera que tiene insuficiencia renal crónica o daño renal. Los resultados normales se sitúan entre 90mL/min/1,73m2 y 120mL/min/1,73m2.

Además, puede ser necesario realizar una ecografía de los riñones y las vías urinarias. En algunos casos, puede ser necesario tomar una pequeña muestra del riñón, llamada biopsia, para encontrar la causa subyacente de la afección.

Los diabéticos deben someterse a pruebas regulares de microalbúmina además de otras pruebas. Esta prueba se utiliza para detectar niveles muy pequeños de albúmina, una proteína que suele encontrarse en la sangre, en la orina. Si los riñones están dañados, la albúmina pasa a la orina.

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Tratamiento de la insuficiencia renal crónica

El tratamiento consiste en controlar la enfermedad que está dañando los riñones. En particular, las personas con hipertensión o diabetes deben asegurarse de que estas afecciones están bien controladas.

Mantener el azúcar en sangre y la presión arterial bajo control retrasará el daño renal adicional. Los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA) o los bloqueadores de los receptores de angiotensina (BRA) son la opción preferida para controlar la hipertensión.

Otras afecciones médicas que afectan a los riñones pueden tratarse con la ayuda de un nefrólogo (médico especialista en riñones).

Si la insuficiencia renal crónica se diagnostica a tiempo y se trata con cuidado, se puede evitar que la enfermedad empeore y evolucione a una insuficiencia renal terminal.

Las personas con riñones que ya no funcionan lo suficientemente bien como para filtrar la sangre y los líquidos pueden necesitar diálisis, un proceso en el que la sangre se limpia con una máquina. Todas las personas con insuficiencia renal terminal deben ser evaluadas para un trasplante de riñón.

Es bueno saberlo: Algunos medicamentos de venta libre, incluidas las vitaminas y los suplementos de hierbas, pueden empeorar la insuficiencia renal crónica. Puede ser útil revisar los medicamentos con un médico y sustituir o suspender cualquier medicamento que pueda dañar los riñones.

Prevención de la insuficiencia renal crónica

El buen control de las condiciones médicas como la hipertensión y la diabetes es importante para prevenir la insuficiencia renal crónica.

Otras acciones que pueden ayudar a prevenir la insuficiencia renal crónica son:

  • Revisiones de salud periódicas, incluyendo la evaluación de la función renal en poblaciones de alto riesgo
  • Perder peso
  • Hacer ejercicio regular, que puede ayudar a regular la presión arterial y los niveles de azúcar en sangre
  • Consumir una dieta saludable
  • Dejar de fumar
  • Beber menos alcohol
  • Tomar toda la medicación prescrita según las indicaciones
  • Evitar ciertos analgésicos sinlos analgésicos de venta libre como la aspirina o el ibuprofeno

Complicaciones de la insuficiencia renal crónica

Si la enfermedad renal progresa, puede conducir a la insuficiencia renal, también conocida como enfermedad renal terminal. Esto significa que los riñones ya no podrán procesar los residuos y eliminarlos del cuerpo. Esto requerirá diálisis o, potencialmente, un trasplante de riñón.

Anemia

La anemia es una condición común en las personas con insuficiencia renal crónica que tiende a ocurrir después de que una persona pierde del 20 al 50 por ciento de la función renal. Los riñones dañados no producen suficiente cantidad de una hormona llamada eritropoyetina (EPO), que promueve la creación de glóbulos rojos.

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Deficiencia de vitamina D

Las personas con insuficiencia renal crónica no procesan la vitamina D con la misma eficacia que las personas con riñones sanos y corren el riesgo de sufrir una deficiencia de vitamina D. Algunos de los problemas que esto puede provocar son:

  • Osteomalacia, un reblandecimiento de los huesos
  • Osteoporosis, un debilitamiento de los huesos
  • Aumento de la susceptibilidad a las infecciones

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Preguntas frecuentes sobre la insuficiencia renal crónica

Q: ¿Qué dieta debo seguir para la insuficiencia renal crónica?
A: Comer de forma saludable puede ayudar a frenar la progresión de la insuficiencia renal crónica. Es aconsejable una dieta que contenga mucha fruta y verdura, y que sea baja en grasas, colesterol, sal y potasio. Tenga en cuenta que las judías blancas, los plátanos, los aguacates y las patatas contienen grandes cantidades de potasio. Para los diabéticos, es importante mantener los niveles de azúcar en sangre.

Otros nombres para la insuficiencia renal crónica

  • Insuficiencia renal crónica
  • CKD
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