Introducción a la mala praxis médica: ¿Hepatitis alcohólica? ¿Dispepsia? ¿Apendicitis?

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Chuck Pilcher MD FACEP

Editor, Med Mal Insights

¿Hepatitis alcohólica? ¿Dispepsia? ¿Apendicitis?

«¡Por favor, no me confundan con los hechos!»

Hechos: Un varón de 25 años acude a urgencias con 3 días de dolor abdominal en el lado derecho. Su único otro síntoma es «hinchazón». Admite ser alcohólico. En la exploración, está afebril y es sensible sobre todo en el lado derecho con una leve hepatomegalia. No se evalúa la sensibilidad de rebote. El recuento de glóbulos blancos es de 11.300, las pruebas de función hepática son normales y no se pide lipasa ni amilasa a pesar del dolor y la sensibilidad abdominal de un alcohólico. No se registra ningún diagnóstico diferencial. Se le da el alta con el diagnóstico de «hepatitis alcohólica» y «dispepsia» y se le dan instrucciones de alta sobre «problemas relacionados con el alcohol». Tres días después ingresa en un segundo hospital con una rotura de apéndice. Tras la apendicectomía, desarrolla abscesos intraperitoneales con dolor crónico y requiere más tratamiento. Consulta a un abogado y se presenta una demanda.

Demandante: Tuve dolor en el lado derecho durante 3 días. Nunca comprobó la sensibilidad de rebote. Mi WBC fue elevado, y usted debería haber hecho un diferencial en él. Mis pruebas de hígado eran normales, pero usted dijo que tenía hepatitis. Y nunca me comprobó si tenía gastritis o pancreatitis, que eran incluso más probables que la hepatitis. Su falta de diagnóstico diferencial demuestra que ignoró los hechos, asumió que el alcoholismo era el problema, no le importó nada y sacó su conclusión precipitadamente. Su atención estuvo por debajo del estándar para el dolor abdominal. Si me hubieras tratado apropiadamente, mi apéndice no se habría roto o esparcido tanto pus alrededor de mi vientre.

Defensa: Nuestro tratamiento estuvo bien y fue consistente con sus síntomas. Usted desarrolló apendicitis después de que lo vimos por primera vez.

Resultado: Acuerdo por una cantidad no revelada sin juicio o deposiciones, lo que sugiere que la defensa reconoció la debilidad de su caso.

Takeaways:

  • No saques conclusiones precipitadas. Eso es un «sesgo de anclaje», que detiene toda reflexión posterior.
  • Hacer una historia que incluya los positivos y negativos pertinentes.
  • Documentar un diagnóstico diferencial razonable. En pacientes con dolor abdominal, la apendicitis debe estar casi siempre en la lista.
  • Preguntarse «¿Son los resultados de laboratorio consistentes con mis suposiciones?». Ignorar los hallazgos que no confirman su primera impresión es el clásico «sesgo de confirmación». Cuando los resultados del laboratorio son inconsistentes con las suposiciones, busque más allá.

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