El cobre ha sido utilizado por la civilización durante más de 10.000 años y se ha reciclado desde los primeros tiempos. Dado que no se degrada durante el reciclaje, el cobre que se utiliza hoy en día podría haber sido fabricado por primera vez en objetos hace miles de años. El cobre es muy apreciado por los coleccionistas de chatarra y las empresas de reciclaje de metales. Este metal no férreo es el mejor conductor de la electricidad, a excepción de la plata. Esa conductividad eléctrica y térmica, junto con sus propiedades de alta ductilidad y maleabilidad, lo convierten en uno de los metales más demandados por la industria, eclipsado sólo por el hierro y el aluminio.
El uso del cobre en la historia
El cobre ha sido utilizado y reciclado por la gente durante más de 10.000 años, habiéndose encontrado un colgante fechado aproximadamente en el 87000 a.C. en lo que hoy es el norte de Irak. Hacia el 8000 a.C., el cobre surgió como sustituto de la piedra y, hacia el 4000 a.C., los egipcios calentaban y fundían el cobre para darle forma. Hacia el 3500 a.C., la tecnología de procesamiento del cobre siguió creciendo al descubrirse el proceso de fundición de minerales, lo que supuso la introducción de la Edad de Bronce.
La isla mediterránea de Ciprés fue la fuente de cobre utilizada por los antiguos romanos. Llamaron a este mineral tan codiciado «aes Cyprium», que se traduce al español como «metal de Chipre». Este nombre se acortó a cyprium, y más tarde, cyprium se cambió a coprum. Este último término fue la génesis de la palabra inglesa «copper» (cobre).
La importancia medioambiental del reciclaje del cobre
El cobre es un oligoelemento esencial que es necesario para la salud de plantas y animales. Un exceso moderado de exposición al cobre no se asocia a riesgos para la salud.
Al igual que ocurre con otros metales, el reciclaje del cobre tiene importantes beneficios medioambientales. Estos incluyen la desviación de residuos sólidos, la reducción de las necesidades de energía para el procesamiento y la conservación de los recursos naturales. Por ejemplo, las necesidades energéticas del cobre reciclado son entre un 85 y un 90% menores que el procesamiento de cobre nuevo a partir de mineral virgen. En cuanto a la conservación, el cobre es un recurso no renovable, aunque sólo se ha consumido el 12% de las reservas conocidas. Se cree que las reservas conocidas de cobre en Estados Unidos ascienden a 1.600 millones de toneladas métricas, con una producción concentrada en Arizona, Utah, Nuevo México, Nevada y Montana. Aproximadamente el 99% de la producción nacional procede de 20 minas.
Un nuevo reto medioambiental para el cobre es su uso en la producción cada vez mayor de productos eléctricos, que siguen teniendo bajas tasas de reciclaje. Sin embargo, esta tendencia está cambiando para mejor gracias a las iniciativas de reciclaje de productos electrónicos.
La importancia económica del reciclaje de cobre
Siendo inmediatamente posterior a Chile en la producción de cobre, Estados Unidos es en gran medida autosuficiente en el suministro de cobre. Estados Unidos produce aproximadamente el 8% de la generación mundial de cobre. Sin embargo, casi la mitad de la producción de cobre estadounidense procede de material reciclado. En 2010, los recicladores estadounidenses procesaron 1,8 millones de toneladas métricas de cobre para uso doméstico y exportación, sólo superado por el aluminio entre los metales no ferrosos, del que se reciclaron 4,6 millones de toneladas.
Algo más de la mitad de la chatarra de cobre reciclada es recuperación de chatarra nueva, incluyendo virutas y virutas de máquinas, siendo el resto chatarra vieja post-consumo como cables eléctricos, radiadores viejos y tubos de fontanería.
Donde encontrar cobre para reciclar
Para el coleccionista de chatarra, una fuente importante de chatarra es un cable eléctrico, tapajuntas de cobre, radiadores viejos y trabajos de fontanería. El cobre de los edificios es crucial, y su contenido se estima a continuación:
1. En las casas (estimaciones para una residencia de 2.100 pies cuadrados)
- 195 libras – cable de construcción
- 151 libras – tubo de fontanería, accesorios, válvulas
- 24 libras – artículos de latón de fontanería
- 47 libras – aparatos empotrados
- 12 libras – ferretería de construcción
- 10 libras – otros alambres y tubos
2. En un apartamento de 1.000 pies cuadrados
- 125 libras – alambre de construcción
- 82 libras – tubo de fontanería, accesorios, válvulas
- 20 libras – artículos de latón de fontanería
- 38 libras – aparatos empotrados
- 6 libras – ferretería de construcción
- 7 libras – otros cables y tubos
3. En aparatos residenciales:
- 52 libras – aire acondicionado unitario
- 48 libras – bomba de calor unitaria
- 5,0 libras – lavavajillas
- 4.8 libras – refrigerador/congelador
- 4,4 libras – lavadora de ropa
- 2,7 libras – deshumidificador
- 2,3 libras – triturador de basura
- 2,0 libras – secadora de ropa
- 1.3 libras – gama
Pureza y reciclaje del cobre
La Asociación para el Desarrollo del Cobre señala que cuando el cobre se combina con otros materiales, como el estaño o la soldadura, puede resultar más económico utilizarlo en aplicaciones en las que se requiere estaño o plomo, como los metales para armas o los bronces, en lugar de eliminar estos metales mediante el refinado. Una chatarra de este tipo tiene un precio inferior al del cobre no contaminado. Cuando la contaminación se ha extendido «más allá de los límites aceptables», según la Asociación para el Desarrollo del Cobre, es necesario volver a refinar para recuperar el cobre puro.