La velocidad de la onda del pulso en el tobillo braquial (baPWV) se ha propuesto como un método sencillo y no invasivo para estimar la rigidez arterial. Aunque la baPWV alta fue predictiva de la mortalidad y la morbilidad cardiovascular entre la población general, se desconoce su valor predictivo de la mortalidad en pacientes con ictus agudo. Se evaluó el valor pronóstico del baPWV en 1.765 pacientes que habían sido ingresados por un ictus isquémico agudo y que habían completado la medición del baPWV durante el ingreso. Los resultados primarios fueron la mortalidad por todas las causas y la mortalidad vascular (muerte por enfermedades del corazón, enfermedades cerebrovasculares o enfermedades de las arterias, arteriolas y capilares, determinadas según la Clasificación Internacional de Enfermedades) después del ictus. Durante un período de seguimiento medio de 3,33±1,57 años, se produjeron 228 muertes por todas las causas, incluidas 143 muertes vasculares. En la regresión de riesgos de Cox multivariante, los pacientes en el tertil más alto de baPWV (>22,63 m/s) presentaban un mayor riesgo de muerte por cualquier causa (cociente de riesgos ajustado, 1,97; intervalo de confianza del 95%, 1,25-3,08) y de muerte vascular (cociente de riesgos ajustado, 2,39; intervalo de confianza del 95%, 1,33-4,29) en comparación con el tertil más bajo (<17,79 m/s). Este estudio sugiere que la medición del baPWV durante la fase aguda del ictus podría ser útil para identificar a los pacientes con mayor riesgo de mortalidad.