Nunca ha llegado tarde, nunca regaña, ni se queja, ni siquiera es irracionalmente celosa y tampoco es excesivamente posesiva. ¡Bueno, bonita fantasía! ¡Porque tales novias son tan comunes como los unicornios! Apuesta por cualquier cosa, si alguna vez has conseguido una chica perfecta en todas las relaciones que has tenido. Admítelo o no, pero nadie ha conseguido nunca una novia perfecta y las imperfecciones a menudo te pasan factura. Por supuesto que la quieres, pero disfrazar sus hábitos molestos con su supuesta «guapura» es como invitar al toro a que te ataque. Si no aprendes a lidiar con ella ahora, muy pronto vas a tener tu buena ración de ‘sesiones de enfado’. Así que perdónate a ti mismo en el odio por sus pocos hábitos molestos y sigue los consejos alineados a continuación.
Ser honesto:
Este es el consejo más básico que cualquiera puede dar. Ser sincero para cada pequeña cosa puede ser complicado pero si ella es realmente la que quieres para el resto de tu vida, díselo. Dile que algunos de sus hábitos no son aceptables y que están dañando tu relación. Puede que ella no sepa lo irracional e irritante que se vuelve, pero el hecho de que seas honesto puede disuadirla de repetirlo.
Complétala (aunque no sea necesario):
Es lindo cuando ella muestra un poco de celos mientras estás viendo a otras mujeres, pero es molesto cuando ella pregunta sobre algunas cosas desagradables. Para evitar todas sus molestas preguntas desagradables, compleméntala en la primera mirada. Dile que es inmejorablemente bella. Ella no te molestará mucho después de esto. Porque ahora sabe que cada chica a la que mires será la segunda mejor.
Habla de las noticias o de los deportes:
Las mujeres suelen ser más verborreicas y a menudo se las acusa de ser francamente charlatanas. Disculpa si tu chica es una excepción, pero esto es un hecho. Así que la próxima vez que ella intente tomar la iniciativa en la charla, empieza a discutir sobre las noticias recientes que has escuchado o el actual torneo de fútbol que se celebra en Italia. Apuesto a que no tendrá mucho que decir o hacer, aparte de estar de acuerdo con cada punto que digas.
Molesta su espalda:
Este consejo hace magia en cualquier situación. No importa qué hábito particular de ella te esté molestando, este truco nunca falla. Si ella llega tarde de forma crónica o es demasiado posesiva o regaña mucho, prueba exactamente lo mismo con ella. Hazla esperar mucho tiempo para que entienda el «proceso de acumulación de ira» mientras espera. Molestarla de nuevo sería como decirle que se ponga tus zapatos. Sigue las cosas ahora y nos querrás después.
A veces la ignorancia es ciertamente una bendición:
Si ella está realmente drenando tu energía y tomando tu paz, nada puede ser mejor que ignorarla. Sin duda se enfadará, pero la molestia no continuará por mucho tiempo. Por supuesto, esto también puede tener ciertos resultados improbables. Por ejemplo, ella sabrá que la estás evitando y podría encontrar una nueva forma de molestarte. Pero el tiempo que ella no lo haga, podrás vivir con tranquilidad.
Habla menos:
Obviamente no cuando estéis juntos, pero habla menos cuando estéis los dos solos. Esto significa directamente que hay que deshacerse de todos los «planes de móvil gratis». A no ser que tengáis una relación a distancia, no hay ninguna necesidad de hablar a menudo por teléfono. Cuanto menos habléis, menos peleas tendréis y menos molestias os creará.
Mantén un respiro:
No siempre es importante contarle todo. No se trata de mentir; se trata de mantener tu espacio de respiro. Esto no significa que puedas engañarla y seguir adelante. Simplemente anota las cosas que ella odia, y abstente de decirle esas cosas. Repito que no se trata de engañar; se trata de mantener tu espacio.
Ayúdala en las compras, de vez en cuando:
Esto puede ser muy desafiante, pero ir de compras con ella de vez en cuando vale la pena. Y el resto del tiempo envíala con sus amigas. Ella pensará que es su espacio y tú te librarás de tu cuota de fastidio.
Aprende a discrepar respetuosamente con ella:
Si se está volviendo demasiado exigente no la desafíes groseramente, pero discrepa estrictamente. Si ella es sabia, te respetará más por ello. Incluso en una nota general, a las mujeres no les gustan los hombres con una actitud sumisa, cuanto más sabios parecen, más se les quiere.
Deja que se las arregle sola:
Si le resuelves los problemas siempre se acostumbrará a ello. Y la próxima vez que no lo hagas perfectamente, se quejará. Así que mantén la sencillez desde el principio. Ayúdala cuando lo necesite, pero nunca te conviertas en una marioneta para todo lo que te pida.