Manejo de la artrosis de rodilla

Hay muchos tratamientos que no incluyen el reemplazo quirúrgico.

Si sus rodillas se han vuelto dolorosas, sensibles o inflamadas, están rígidas a primera hora de la mañana o hacen ruidos crepitantes, la causa probable es la osteoartritis, que afecta a más de dos tercios de las mujeres mayores de 60 años. La artrosis es el resultado de la degradación del cartílago articular, el tejido duro y resbaladizo que protege los extremos de los huesos (véase «Anatomía de la artrosis de rodilla»). Con el tiempo, el cartílago puede desgastarse por completo, permitiendo que el hueso roce dolorosamente contra el hueso. Los objetivos del tratamiento de la artrosis son reducir el dolor y la rigidez, limitar la progresión del daño articular y mantener y mejorar la función y la movilidad de la rodilla.

Alrededor del 5% de las mujeres de Estados Unidos mayores de 50 años se han sometido a una cirugía de sustitución total de rodilla, el tratamiento recomendado cuando las medidas más conservadoras han fracasado y el dolor y la incapacidad son intolerables. El número de estos procedimientos se ha duplicado con creces en la última década, según una investigación presentada en la reunión anual de 2012 de la Academia Americana de Cirujanos Ortopédicos (AAOS). Esto se debe en parte a que el reemplazo de rodilla funciona: más del 80% de los pacientes dicen estar satisfechos con los resultados. Pero los expertos dicen que también es una señal de que la gente no está utilizando plenamente las muchas estrategias no invasivas que la evidencia sugiere que se debe tratar en primer lugar, sobre todo, la pérdida de peso y el ejercicio.