Si bien es cierto que el oro y la plata tienen valores monetarios, también es importante recordar que, en su esencia, son elementos. La sociedad les ha asignado un valor monetario en función de su rareza, su uso industrial y decorativo, etc., pero en su esencia, el oro, la plata y otros metales preciosos son elementos.
Encontrados en la tabla periódica y representados por sus abreviaturas de dos letras, es importante recordar que estos metales preciosos son realmente preciosos ya que se producen de forma natural y su cantidad es limitada. Sus cantidades limitadas son precisamente lo que los hace atractivos para los coleccionistas.
Oro: Au
Discutiblemente el metal precioso más atesorado desde hace miles de años, el símbolo químico del oro, Au, tiene su origen en la palabra latina «aurum», que significa dorado o brillante. No es de extrañar que el símbolo químico del oro tenga su origen en su color amarillo brillante.
El oro tiene una rica historia en todo el mundo y a lo largo de los siglos. Durante mucho tiempo se ha asociado con el sol, sobre todo por los antiguos egipcios. El oro siempre ha desempeñado un papel esencial en la historia. Como metal muy codiciado, los alquimistas intentaron producir oro a partir de otras sustancias naturales, incluido el plomo. El intento de fabricar el metal dio lugar a la palabra española para orfebre, que tiene su origen en el latín «auri faber».
Hoy en día, el oro es conocido por ser una sabia inversión para las carteras, un atractivo pasatiempo para los coleccionistas de sus monedas, y más, incluyendo la moneda, la joyería y la tecnología. Como es un metal muy blando, el oro se suele alear con otros metales para darle resistencia.
Plata: Ag
En todo el mundo, el oro se asociaba con el sol, mientras que la plata se asociaba con la luna. Al igual que el oro, el símbolo químico de la plata se basa en su aspecto físico. Su color le valió el símbolo Ag, de la palabra latina «argentum», que significa blanquecino.
Durante el Imperio Romano en el siglo IV, España suministraba a los romanos plata en láminas llamadas «plattum argentum». De ahí viene precisamente la palabra española para plata, plata.
Históricamente, la plata se ha utilizado en muchas de las mismas formas en las que la seguimos utilizando hoy en día: cubertería, joyería, medicina y otros usos. Al igual que el oro, la plata es un metal muy blando, por lo que a menudo se alea con otro metal como el cobre. La aleación más popular es la llamada plata de ley, que contiene un 92,5% de plata y un 7,5% de cobre. La plata también se puede encontrar como plata fina, o de ley .999, en monedas y lingotes.
Platino: Pt
Descubierto por primera vez por exploradores españoles en la actual Colombia, y considerado una variante de la plata por su color blanco grisáceo, el nombre de platino y su símbolo químico de Pt proviene de la palabra española «platina», que se traduce como pequeña plata.
Los españoles se quedaron perplejos cuando intentaron fundir esta supuesta plata y descubrieron que no se derretía. Finalmente, determinaron que se trataba de un nuevo metal y que, efectivamente, se fundía a una temperatura mucho mayor.
A diferencia del oro y la plata, el platino es un metal muy denso y duro. Cuando se alea, se combina con un metal más blando como el iridio para hacerlo más maleable para la elaboración de joyas. Aunque no es un metal tan popular como la plata o el oro, el platino sigue siendo una opción atractiva tanto para los inversores como para los coleccionistas.
El personal de Metals.com