El monóxido de carbono (CO) es un gas altamente venenoso en bajas concentraciones. El hecho de que no tenga sabor ni olor lo hace especialmente peligroso. Normalmente, el monóxido de carbono es un producto de la combustión incompleta. Esto significa que cualquier cosa que se queme puede generar Monóxido de Carbono, calderas, fuegos de gas, fuegos de carbón, quemadores de madera, barbacoas, escapes de vehículos, como algunos ejemplos. Una exposición de bajo nivel a lo largo del tiempo puede tener efectos duraderos sobre la salud. Alrededor de 30 personas mueren cada año en el Reino Unido por intoxicación de monóxido de carbono. Si quema gas, carbón, aceite, pellets de madera, etc. para calentar su casa o utiliza gas para cocinar, debe instalar detectores de monóxido de carbono.
Los síntomas típicos de la intoxicación por CO pueden ser:
- Sensación de gripe
- Dolores de cabeza
- Náuseas
- Alargamiento general
- Mareos
Por supuesto, es posible que sólo tenga un dolor de cabeza o que se encuentre mal por otros motivos, pero hágase algunas preguntas:
- ¿Te sientes mejor cuando estás fuera de casa?
- ¿Estos síntomas afectan a más de una persona en el hogar?
- ¿Los síntomas empeoran cuando la calefacción o los aparatos de cocina están encendidos?
Si es así, ¡consulte rápidamente a un médico y haga que revisen sus aparatos!
Por supuesto, el CO también puede producirse en el lugar de trabajo. Por ejemplo, usted puede trabajar en un taller donde los motores están funcionando en un área mal ventilada. Posiblemente se trate de una pista de karts cubierta o de un vigilante en un aparcamiento subterráneo. Hay muchos casos, así que si tiene los síntomas considere las tres preguntas anteriores y tome medidas para protegerse. La Ley de Seguridad en el Trabajo de 1974 (Reino Unido) exige a los empresarios y operadores de instalaciones que tomen todas las medidas necesarias para garantizar un lugar de trabajo seguro.