Amesh A. Adalja, MD, FACP, FACEP, 26 de junio de 2015
El botulismo está causado por la toxina extremadamente potente elaborada por el agente de categoría A Clostridium botulinum. Esta toxina, al ser ingerida, inhalada o inoculada, puede causar una parálisis flácida mortal. Hasta hace poco, se conocían 7 toxinotipos de la toxina botulínica (etiquetados de la A a la G), cada uno de los cuales podía ser neutralizado por la antitoxina heptavalente aprobada por la FDA.
Sin embargo, este paradigma cambió con el descubrimiento de una cepa de C. botulinum aislada de un bebé con botulismo, que elaboró 2 toxinotipos: B y una nueva toxina designada «H».1 Se creía que la toxina de tipo H no era susceptible de ser neutralizada con las antitoxinas heptavalentes en base a experimentos anteriores, creando así una posible laguna en las contramedidas médicas para esta enfermedad.
Sin embargo, una nueva investigación de los CDC, publicada en el Journal of Infectious Diseases, aporta pruebas tranquilizadoras sobre la eficacia de la antitoxina heptavalente contra la toxina de tipo H.
Se realizaron ensayos con ratones y neuronas
Maslanka et al emplearon ensayos con ratones y células neuronales in vitro para evaluar la capacidad de las antitoxinas existentes para neutralizar la nueva toxina. En ambos bioensayos, se estableció que la antitoxina heptavalente neutralizaba la toxina de tipo H. En concreto, mediante el uso de múltiples combinaciones de antitoxinas, se descubrió que la antitoxina de tipo A era la antitoxina responsable de la neutralización de la toxina de tipo H.1
Estudios genéticos adicionales sobre la nueva toxina revelaron que era una toxina híbrida compuesta por elementos de los toxinotipos A y F, lo que explicaba su susceptibilidad a la antitoxina A.1
La eficacia de la antitoxina heptavalente permanece intacta
El trabajo de Maslanka et al es importante porque establece que la confianza en la eficacia de nuestra principal contramedida actual contra el botulismo tanto natural como intencionado está intacta, a pesar del descubrimiento de la nueva toxina híbrida A/F de tipo H, que puede causar enfermedad sintomática. Es importante realizar estudios de seguimiento como éste, ya que era necesario confirmar los atributos de la nueva toxina antes de embarcarse en un proceso para desarrollar una nueva antitoxina.
No está claro por qué estudios anteriores no pudieron llegar al mismo resultado que los investigadores del CDC (el CDC utilizó la antitoxina aprobada por la FDA, mientras que otros investigadores no lo hicieron2), pero subraya la necesidad crucial de la reproducibilidad de los resultados en la ciencia antes del reconocimiento de un nuevo hecho científico.
- 1. Maslanka SE, Luquez C, Dykes JK, et al. Una nueva toxina botulínica, previamente reportada como serotipo H, tiene una estructura híbrida de los serotipos conocidos A y F que se neutraliza con la antitoxina del serotipo A. J Infect Dis 2015; publicado en línea el 10 de junio de 2015. http://jid.oxfordjournals.org/content/early/2015/06/08/infdis.jiv327.full.pdf+html. Consultado el 23 de junio de 2015.
- 2. Roos R. Estudio: la nueva toxina botulínica es menos peligrosa de lo que se pensaba. Noticias del CIDRAP 17 de junio de 2015. http://www.cidrap.umn.edu/news-perspective/2015/06/study-novel-botulinum-toxin-less-dangerous-thought. Consultado el 23 de junio de 2015.