Oceana

Estos brotes pueden ser el resultado de la sobrepesca del principal depredador de la estrella de mar corona de espinas, el tritón gigante, o pueden ser un fenómeno natural. Se sabe que estas estrellas de mar tienen más éxito a la hora de depredar grandes extensiones de arrecifes de coral cuando los corales ya están estresados. En épocas de decoloración de los corales o de estrés causado por las actividades humanas, los brotes de la estrella de mar corona de espinas pueden ser especialmente destructivos. Estas estrellas de mar se alimentan invirtiendo todo su estómago, a través de la boca, y digiriendo la fina capa de tejido blando del esqueleto de un coral, justo en el entorno abierto, y succionando los nutrientes disponibles.

Históricamente, los pescadores y los conservacionistas que temían que la estrella de mar corona de espinas dañara permanentemente los arrecifes locales han colaborado para intentar controlar el tamaño de la población de este depredador. En algunos lugares, los individuos fueron cortados por la mitad o en trozos más pequeños. Por desgracia, este proceso puede resultar contraproducente, ya que las estrellas de mar pueden regenerar los brazos y, en casos extremos, pueden regenerarse a partir de sólo la mitad de un animal. Los esfuerzos actuales para controlar las estrellas de mar incluyen la eliminación completa del arrecife o el envenenamiento con sustancias que matan a las estrellas de mar pero no a otras especies del arrecife (especialmente los corales).

Se sabe que al menos un grupo de animales asociados a determinados corales ataca a las estrellas de mar para proteger sus hogares. Los cangrejos guardianes (género Trapezia) viven entre las ramas de los corales coliflor y otros corales ramificados y se sabe que defienden sus colonias domésticas de las estrellas de mar que intentan alimentarse de ellas. Los cangrejos pellizcan las patas tubulares de la estrella de mar o incluso el revestimiento de su estómago. A través de esta simbiosis, los cangrejos protegen la colonia de coral de posibles depredadores y, a cambio, reciben un lugar seguro para vivir y evitar a sus propios depredadores.

Estas estrellas de mar se reproducen a través de un comportamiento conocido como desove al voleo, en el que varias hembras liberan huevos y varios machos liberan esperma en la columna de agua por encima del arrecife, todo al mismo tiempo. Este método aumenta la probabilidad de que los huevos se fecunden con éxito y de que los huevos fecundados no sean devorados por los depredadores de huevos en la superficie del arrecife.

Las poblaciones de estrellas de mar fluctúan entre brotes con densidades muy altas y épocas con muchos menos individuos. La gente no utiliza esta especie, pero los científicos la consideran una especie preocupante, no porque su número sea demasiado bajo, sino porque un número localmente elevado puede amenazar a otras especies.

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