Cuando se forman tumores cancerosos, liberan en el torrente sanguíneo pequeños fragmentos de ADN y proteínas mutados, que pueden actuar como marcadores del cáncer.
El nuevo análisis de sangre funciona identificando los marcadores de 16 mutaciones genéticas y ocho proteínas que se asocian a ocho tipos de cáncer diferentes. Entre ellos se encuentran el cáncer de mama, el de pulmón y el colorrectal, así como cinco tipos de cáncer -de ovario, hígado, estómago, páncreas y esófago- para los que actualmente no existen pruebas de cribado rutinarias para personas con un riesgo medio.
«Una novedad de nuestro método de clasificación es que combina la probabilidad de observar varias mutaciones del ADN junto con los niveles de varias proteínas para hacer la llamada final», explica el coautor del estudio Cristian Tomasetti, Ph.D., profesor asociado de oncología y bioestadística en la Universidad Johns Hopkins.
Para su estudio, los investigadores probaron el CancerSEEK en 1.005 individuos a los que se les había diagnosticado formas no metastásicas de uno de los ocho cánceres.
Descubrieron que la prueba era capaz de identificar el 70 por ciento de los cánceres, con una sensibilidad que oscilaba entre el 33 por ciento para el cáncer de mama y el 98 por ciento para el de ovario. La sensibilidad osciló entre el 69 y el 98 por ciento para los cinco tipos de cáncer que actualmente no cuentan con pruebas de detección rutinarias, informan los investigadores.
En cuanto a la especificidad, la prueba arrojó un resultado global de más del 99 por ciento. Al probar CancerSEEK en 812 adultos sanos, sólo produjo siete resultados falsos positivos.
Como coautor del estudio Kenneth Kinzler, Ph.D. – codirector del Centro Ludwig de Genética y Terapéutica del Cáncer de la Universidad Johns Hopkins, «una especificidad muy alta era esencial porque los resultados falsos positivos pueden someter a los pacientes a pruebas y procedimientos de seguimiento invasivos e innecesarios para confirmar la presencia de cáncer».
Además, los investigadores descubrieron que su prueba era capaz de determinar la ubicación de los tumores en el 83 por ciento de los pacientes.