Servir como voz y líder para mi comunidad siempre ha sido parte de mi ADN.
Empecé mi carrera en el tránsito del Condado de Miami-Dade hace casi 30 años. No pasó mucho tiempo antes de que decidiera que quería ser un defensor de mi fuerza de trabajo sirviendo para TWU Local 291. Desde entonces, he estado a la vanguardia del movimiento laboral en Miami-Dade, usando mi voz para elevar las necesidades de nuestros empleados de tránsito del condado y luchando por lo que es justo.
A lo largo de los años, nuestros trabajadores han visto su parte justa de liderazgo bueno y malo pasar por el Ayuntamiento, pero nunca lo que ha sucedido en la última década. Hoy, puedo decir inequívocamente que nuestro gobierno local nos ha fallado monumentalmente.
Como muchos de nosotros estaríamos de acuerdo, el Condado de Miami-Dade es un lugar muy diferente ahora de lo que era hace 30 años. Por un lado, hemos pasado de ser una ciudad relativamente pequeña a ser empujados al escenario global como un destino internacional. Miami es el centro económico de América Latina y un destino comercial para el mundo. También es un patio de recreo de la ostentación, el glamour y la riqueza que sólo puede ser superado por sus kilómetros de impresionantes playas y un clima envidiable durante todo el año.
Si bien esta evolución y el crecimiento han ayudado a atraer la inversión y el desarrollo desde el extranjero, también se requiere una inversión equitativa en la comunidad y la infraestructura para ser sostenible en el largo plazo. Es seguro decir que hasta la fecha, eso no ha sucedido.
En cambio, el Miami-Dade de hoy es uno que ha sido apuntalado en las espaldas de nuestra clase trabajadora, muchos de los cuales ahora conocemos como nuestros «trabajadores esenciales». La llegada de COVID-19 sólo ha magnificado aún más las grandes desigualdades, los sistemas débiles, y la frágil infraestructura que ha sido creada por nuestro liderazgo del condado en los últimos 15 años, tanto económica como socialmente.
Toma el transporte, por ejemplo. Hace casi 20 años, el entonces alcalde Alex Penelas propuso una visión que nos pondría en camino de tener una financiación dedicada que nos permitiría recibir dólares federales para ampliar el transporte masivo, principalmente el ferrocarril. Trabajó en colaboración, no sólo con sus expertos en tránsito y trabajadores, sino con la comunidad en su conjunto, para ofrecer soluciones reales a los problemas de movilidad que se vislumbraban claramente en el horizonte.
Por el contrario, lo que tenemos de las administraciones que siguieron es un sistema de transporte anticuado y anémico que está siendo dirigido por personas con cero experiencia en el campo y cuya solución ha sido subcontratar proyectos sin licitación que no amplían ni proporcionan mejoras a nuestro sistema actual.
Este tipo de mosaico ha sido el enfoque para todos los demás problemas que están plagando nuestros residentes hoy en día. Como resultado, año tras año, la crisis de la vivienda asequible ha crecido y la brecha de la desigualdad de ingresos se ha ampliado, mientras que los que están en el timón se han beneficiado fuertemente en el camino.
La única cosa que nuestro gobierno del condado ha sobresalido realmente es la malversación y el despilfarro de casi $ 1 mil millones en dinero de los contribuyentes, privando a su fuerza de trabajo, y reduciendo significativamente la calidad de vida de los residentes del Condado de Miami-Dade.
La buena noticia es que tenemos una gran oportunidad de cambiar el rumbo este año eligiendo un liderazgo verdadero y probado que realmente trabaje para la gente de Miami-Dade y para nosotros, ese líder es Alex Penelas.
Durante su tiempo como alcalde, no sólo aportó una gran visión para Miami-Dade, sino que dirigió un gobierno del condado que realmente valoraba la inclusión y la diversidad. Trabajó con los trabajadores y se hizo accesible a todos los empleados del condado, sin importar su título. Trabajó con expertos para que lo guiaran en los tiempos y para que nos guiaran hacia el futuro. Se enfrentó a la discriminación y luchó por la igualdad para todos. Se acercó a las comunidades, escuchó sus necesidades y encontró la manera de atenderlas. En resumen, hizo el trabajo.
Y lo que es más importante, Alex Penelas fomentó un entorno genuino en el que todos nos sentimos partícipes de la mejora de nuestra comunidad. En una época en la que parece que rara vez estamos de acuerdo en algo, necesitamos un alcalde que nos una y que se preocupe de verdad por trabajar por el bienestar de toda nuestra comunidad, no sólo de unos pocos. Lo que necesitamos urgentemente es un líder que tenga el corazón de un verdadero servidor público y que deje a Miami-Dade como un lugar mejor de lo que lo encontró.
Hoy, les pido que usen su voz y el poder de su voto para hacer lo que es justo y traer un cambio significativo al Condado de Miami-Dade el 18 de agosto. Les pido que voten por Alex Penelas.
Jeffery Mitchell es el presidente de TWU Local 291, el sindicato que representa a más de 2.800 trabajadores de tránsito del Condado de Dade, y de la AFL-CIO del Sur de la Florida.
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